López Obrador no sólo arrancará la campaña electoral por los Pinos con más de 14 puntos de distancia sobre sus dos perseguidores, sino ejerciendo de presidente electo. El acuerdo del tabasqueño con los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial para realizar mesas técnicas en las que se analice la viabilidad de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en los hechos, se trata de la rendición de los capitanes de la iniciativa privada al hecho de que el candidato de Morena gobernará México a partir de diciembre y más vale empezar a entenderse con él.

El anuncio de Juan Pablo Castañón, presidente del CCE, fue un mazazo político para Ricardo Anaya y José Antonio Meade, quienes no terminan de dirimir quién de ellos es el segundo lugar de la carrera pero compartían la esperanza de que los capitanes de la IP terminarían alineándose con alguno de ellos para impedir el triunfo del tabasqueño, tal como ocurrió en 2006 y 2012, cuando el dinero de los empresarios fue el arma fundamental para derrotarlo.

El dirigente formal de los empresarios llegó a su encuentro público con AMLO con la cruda realidad de la encuesta de El Financiero que da 18 puntos de ventaja a López Obrador sobre el segundo lugar estadístico que le asigna a Meade. Pero los 42 puntos de intención de voto que obtiene en el sondeo de Alejandro Moreno -el mejor encuestador de México- indican que el tabasqueño ya llegó al nivel del efecto Fox antes de empezar la campaña.

El presagio del ‘tsunami’ se hace realidad porque la meta de López Obrador era llegar al mismo nivel de impacto que tuvo Fox en el 2000 cuando obtuvo 42.5 por ciento de la votación efectiva. Ese año, sin embargo, la fortaleza regional del tricolor contuvo el ‘tsunami’, y con la mayoría en el Congreso y muchas gubernaturas, resistió la extinción para reorganizarse y volver al poder presidencial 12 años después. Ahora no pinta así.

La ambición del tabasqueño ya se despertó. Con 18 puntos de ventaja sobre el segundo lugar -casi 10 millones de votos-, la lucha por Los Pinos es asunto finiquitado porque ya sólo se trata de administrarse los siguientes meses. Con la medalla de oro, López Obrador ahora va por la medalla de plata -el Congreso- y hasta por la de bronce -las gubernaturas-.

Así de fuerte se ve López Obrador que pasa todas las pruebas en las que antes se autodestruía. Semanas de golpeteo contra el nuevo Aeropuerto doblaron a los empresarios, y en vez de entercarse, aceptó meses técnicas para analizar la viabilidad. Esta misma semana también aceptó una encerrona con periodistas y analistas de Milenio, y en vez de radicalizarse, los ‘toreó’ magistralmente para exhibirlos. Tampoco es que a Carlos Marín, Puig o Aguilar Camín lo forzaran a equivocarse, pero sus ansias de hacerlo tropezar les ganaron. AMLO salió indemne y los ‘memes’ fueron crueles, sobre todo contra Marín.

Empresarios y periodísticas críticas eran las bestias negras de AMLO que parece dejaron de serlo. A los primeros los ha sometido con su amplia ventaja y de los segundos aprendió a reírse porque ahora cuenta con el apoyo de las redes sociales que no tuvo en sus aventuras presidenciales anteriores. ¿Cuántos momentos más de riesgo le quedan?

La medalla de plata es gobernar, además tiene un amplio consenso popular, con mayoría en el Legislativo, algo con lo que no contaron tuvieron Fox ni Calderón, quienes tuvieron que pactar con la fuerza residual del PRI depositada en sus regiones. Pero ahora esa batalla parece perdida para el PRI pues de las 14 gubernaturas que tiene va a terminar perdiendo otras dos o tres para seguir en la cuesta bajo de sus mínimos históricos.

Ahora, en la búsqueda de la medalla de plata y de bronce, López Obrador dedica su primer spot de pautado nacional a tender un cerco de protección a todos los candidatos de Morena, tanto al Congreso federal como a las gubernaturas. Vota por todos los candidatos de Morena es el pedido del tabasqueño a los millones de mexicanos que se han decidido por ‘Ya Chávez Quién’.

Esa instrucción ha bajado a Puebla. La fórmula Alejandro Armenta-Nancy de la Sierra ya tiene más de 10 puntos de ventaja sobre el segundo lugar Juan Carlos Lastiri, pues Nadia Navarro-Mario Riestra se hundieron en el tercer sitio sin que nadie pueda apoyarlos, ya que la candidata carece de arraigo en el PAN y Riestra no cuenta con una estructura estatal.

En el caso de Barbosa ha definido que en toda su propaganda impresa, ya sea en espectaculares, playeras o gorras, su figura sea acompaña por la de López Obrador, guía, inspiración y Mesías.

Ahora la pregunta es si López Obrador podrá superar su propio techo histórico de 42 puntos, o en los siguientes tres meses comenzará un lento desinfle que lo haga ganar la Presidencia por un margen más terrestre de 36 puntos. Lo que parece ya claro es la victoria del tabasqueño. Y si no que le pregunten al presidente del CCE.