Cerca de 20 pasajeros que viajaban en un autobús de la Unión Serrana fueron asaltados en el tramo de Texcapa-Los Pinos; la policía municipal nunca llegó y hasta el momento no hay un solo detenido, por lo que los ciudadanos, en redes sociales, llaman a hacer justicia por su propia mano ante la ineficiencia de las fuerzas de seguridad.

Por medio de las redes sociales, ciudadanos llaman a actuar como ‘justicieros ciudadanos’ y pretenden conformar una brigada de vigilancia denominada ‘A matar ratas’, ante la incapacidad del alcalde Gustavo Vargas de brindar seguridad al municipio.

Diario Cambio contactó vía telefónica a varios de los usuarios de redes sociales que ventilaron este tema y sentenciaron  que “ante la pasividad del gobierno municipal vamos a tener que hacer su trabajo; aunque no quieran aceptarlo esto ya se salió de control”.

Uno de ellos declaró que “hay varios compañeros choferes que estamos hartos que nos asalten y las autoridades siempre están dando puras excusas. A los asaltantes los vamos a amarrar y golpear, a exhibir y hasta lo que tope, esto ya llegó a su límite y tal parece que aquí no hay gobierno”.

Otros comentarios públicos en Facebook evidencian el hartazgo por los asaltos a negocios y al transporte público en Huauchinango: “Vamos a poner un alto pero ya. Es imposible vivir en la inseguridad”, incluso propusieron: “Hay que cortarles las manos. Es un instante en el que tu vida depende de los maleantes y ya estamos hartos de vivir con miedo”.

El año pasado, un ‘justiciero ciudadano’ de Huauchinango anunció por Facebook que había levantado y asesinado a ‘una rata’ para después tirar su cadáver en la localidad de Texcapa; se trató de Javier Aguirre Mariano, alias ‘el Chicharrón’, quien fue torturado y apuñalado.

En aquella ocasión, las autoridades locales minimizaron el acto y no prestaron importancia a la advertencia en redes sociales. Hoy la historia se repite, incluso publicaciones usan fotografías y anuncian réplicas. Pero de todo esto no hay reacciones oficiales.

Advierte especialista

Diario Cambio consultó  al maestro de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales,  Leandro Anibal Gamallo, y dijo que estos eventos “son equiparables al fenómeno de los policías comunitarios y se entienden como una respuesta más ante la incapacidad, los abusos y la ausencia de organismos de previsión y control”.

El hecho que estén alentando a hacer justicia por propia mano en redes sociales debería tomarse muy en serio, afirma el especialista, ya que han aparecido como “estrategia de provisión de seguridad en el marco de un aumento considerable de los delitos en los últimos años y una incapacidad flagrante de las autoridades para hacerles frente. Los linchamientos están funcionando como una práctica de vigilantismo, entendido como aquellas acciones de la sociedad civil tendientes a reemplazar al Estado en sus funciones de control, vigilancia y castigo”, concluyó.