Tehuacán.- Lágrimas, angustia, desesperación e impotencia, es sólo parte de lo que se puede ver en los rostros de los policías y agentes viales que fueron detenidos en Tehuacán el pasado 23 de agosto, sus familiares tardan de dos a tres horas para acudir al penal de Tepexi de Rodríguez, donde están recluidos.

Desde la ciudad de Tehuacán sus esposas, madres, hijos, y todo aquel que puede acudir a verlos hace el viaje, aunque algunos deben viajar desde más lejos, es el caso de Doña Adelina, quien echa el viaje desde el municipio de Coxcatlán, pues su hijo Hermelindo “N” está recluido en el Cereso de Tepexi desde el pasado sábado.

Con ojos llorosos señala que su muchacho no le contó que estaba detenido, pues él sabía que ella estaba enferma y no quería preocuparla, hasta el último minuto el ex policía de tránsito evitó darle la noticia, y se comunicó con su hermana, quien dadas las circunstancias tuvo que comunicárselo a su madre.

Explica que ella es mujer sola, y que con muchos sacrificios su hijo terminó la universidad, desde hace tres años trabajaba para el municipio, y nunca tuvo problema alguno, la noche del viernes sólo le avisó que no llegaría a dormir, pero jamás se imaginó que lo habían detenido, Doña Adelina ha aguardado para verlo, aunque no lo ha podido abrazar, porque solamente pudo pasar a locutorios.

La pobreza de la mujer queda de manifiesto, pero eso no es impedimento para exigir “que me devuelvan a mi hijo”, ella se dedica a cuidar chivos en el campo, y aunque sabe que el abogado “va a cobrar caro”, asegura que no le importa, pues va a reunir lo que sea necesario para sacarlo.

Al no poder pagar el viaje diariamente ha preferido quedarse en las afueras del penal de Tepexi, a la espera de poder volver a ver a su hijo, y de las audiencias. Algunas otras familias van y vienen de ese municipio, y piden que sus familiares sean trasladados a Tehuacán, para que les quede más cerca.