A pesar de todo, los quieren

Carlos Rubio / Agencia Reforma

Ni el hecho de que Daniel Alberto Brailovsky no haya cumplido con la promesa de que con él estarían abiertas las puertas para la afición, ni porque los jugadores no se detienen a dar autógrafos a su gente, ha hecho que los seguidores azulcremas dejen de idolatrar al América.

El equipo de Coapa se ha convertido en el equipo menos accesible en el futbol mexicano, por las medidas que han tomado en cuanto a las restricciones que tienen hacia la afición, en la que no le permiten acceder a los entrenamientos y en la que les prohiben la entrada en los hoteles de concentración del equipo, pero para muchos aficionados esto no importa y siguen apoyándolos en donde se paren.

Tal es el caso de Guadalajara, donde el América tiene gran arrastre, y que salvo cuando enfrenta a Chivas, contra Atlas y Tecos las gradas presentan más seguidores azulcremas.

Incluso los jugadores parecen recibir órdenes a llegar al equipo azulcrema, pues elementos que en otros equipos eran conocidos por su buen manejo con la prensa y la afición, en cuanto se ponen la playera amarilla, se les olvidan las atenciones y cortesías.

Mañana, ante el Atlas, la tribuna seguramente presentará un gran número de aficionados americanistas, los mismos que cada que el equipo visita la Perla Tapatía acuden al hotel en busca de un autógrafo, sin entender que por más que quieran, en el América los jugadores ya se acostumbraron a que la afición pasa a segundo plano.