TV Azteca culpable de la emboscada

Dice Javier Sánchez Galicia

El director de Comunicación Social no descarta que la televisora quiera presionar al gobierno marinista y afirma que la administración se encuentra recabando las pruebas para presentar la denuncia correspondiente por la protesta “preparada” en Casa Lamm el miércoles pasado

Efraín Núñez Calderón

Javier Sánchez Galicia, director de Comunicación Social del Gobierno del estado reveló que entre los sospechosos de la “agresión” que sufrió el gobernador Mario Marín Torres el miércoles pasado en Casa Lamm, se encuentra Televisión Azteca México.

En entrevista, el funcionario afirmó que la administración estatal se encuentra recabando las pruebas para presentar la denuncia correspondiente en contra de quien resulte responsable, pues dijo que la protesta fue “preparada” por algún grupo de interés.

Similar a lo que escribieron el viernes pasado, Javier Sánchez Galicia no descartó que detrás de la manifestación en Casa Lamm, se encuentre Televisión Azteca, quien trata de presionar al marinismo por un asunto de contratación de publicidad:

—¿En algunas columnas se manejo la posibilidad de en el caso de la televisora sea una forma de presión en contra del Gobierno del estado? — preguntó una reportera.

—Puede ser una vertiente, hay muchas posibilidades pero ninguna es ideológica. Desafortunadamente hay más intereses que ideología en este asunto.

El funcionario desestimó el hecho asegurando que no fueron 30 personas las que le reprocharon a Marín el escándalo por la detención y encarcelamiento de la periodista Lydia Cacho como lo consignaron los periódicos nacionales Reforma y El Universal, sino sólo siete:

“Estuvieron ahí siete personas. Aunque algunos periódicos consignan que fueron 30, no es cierto yo estuve ahí. Pueden contarlos en las fotos, que además son elocuentes. Cuéntenlos y no son más de ocho personas.”

Incluso rechazó que la protesta tenga que ver con el escándalo que tuvo en jaque al gobernador durante más de un año: “No tiene ninguna relación con el caso Lydia Cacho el asunto fue armado con algún interés particular, aprovecharon el nombre y la coyuntura de este asunto para querer afectar al gobernador (…) Lo que si es cierto y por las características de la protesta entre comillas, no tiene nada que ver con las protestas que hace dos años hubo por el asunto”.

Calificó los hechos como “un asunto aislado” y criticó el manejo que la prensa nacional le dio a la noticia pues en su opinión fue muy “parcial”:

“El gobernador está tranquilo, terminó el acto. No cortó el listón porque tuvo que ir a una sala que estaba en la parte de arriba y estábamos junto a la puerta y lo que hizo fue mejor salir. La gente empezó a aventar cosas, eso no es una protesta ideológica. Empezaron a aventar los displays. Yo creo que ni en los momentos más álgidos del escándalo adoptaron esas actitudes.”

Aseguró que los “agresores” ingresaron hasta el último momento en Casa Lamm donde estuvo el gobernador por espacio de dos horas y media, por lo que en su investigación el Gobierno del estado determinará si el grupo fue contratado:

“Investigamos si fue un grupo contratado o si alguna gente en particular le interesaba afectar este asunto. Si tenemos pruebas claro que si denunciaremos (…) Es un evento que yo organicé, dos horas y media estuvimos ahí, hasta el último momento cuando ya se iba —el gobernador— fue cuando empezaron a aventarle cosas, pero fueron cinco personas que se metieron a última hora”.

Desde el jueves pasado, algunos columnistas de la prensa escrita y radio locales corrieron la versión de que la protesta contra Marín fue orquestada por Televisión Azteca, empresa que a su decir, presiona al Gobierno del estado para lograr obtener los derechos de transmisión de los partidos del Puebla de La Franja.

Cambio publicó el viernes pasado que un descuido en el equipo de seguridad del gobernador, así como la soberbia para desestimar las amenazas, provocaron que la seguridad física del gobernador poblano estuviera en un peligro real.

Y es que el gobierno del estado ya estaba avisado de que podría ocurrir una manifestación en contra de Marín en Casa Lamm, misma que es un refugio de periodistas e intelectuales cercanos a Lydia Cacho.