Arman polémica las mujeres periodistas


La periodista Selene Ríos Andraca abandonó el foro Entremedios por considerarlo una farsa


Entre manifestaciones a favor de la libertad de expresión, salidas repentinas y una denuncia del machismo incrustado en el poder, transcurrió la mesa más comentada de todo el coloquio Entremedios


Edmundo Velázquez

 

La mesa “Mujeres periodistas” resultó, de todo el coloquio Entremedios, la más polémica, y la que más dio de qué hablar. Por un lado Selene Ríos Andraca, reportera de esta casa editorial, abandonó la mesa en su desacuerdo con que el gobierno de Mario Marín Torres, el mismo que persiguió a la periodista Lydia Cacho, sea quien promueva encuentros entre comunicadores y reporteros.


Y minutos después, la directora de “El Guardián de la Sierra”, Leticia Ánimas, dio a conocer las medidas que el ex presidente de Huauchinango, Carlos Martínez Amador, ha llevado a cabo para acosarla públicamente por su periodismo crítico en la Sierra Norte.


Pero la mesa fue accidentada desde un principio, pues la presentadora de noticias de Televisa, Mari Loly Pellón, canceló su participación de último momento, y Érika Rivero Almazán, columnista de El Heraldo de Puebla, se disculpó y salió tras leer su postura asegurando que tenía un programa de radio por atender.

 

Esto es una farsa: Ríos Andraca


Cuando Selene Ríos Andraca, columnista y reportera de Cambio, tomó el micrófono provocó que los espectadores fueran cambiando de cara. Recordó un consejo que hace años, cuando arrancó el evento Entremedios, dio a otros de sus compañeros que participarían.


“Recién había pasado el escándalo de Lydia Cacho, recién conocíamos las grabaciones y recuerdo que llegué a mi redacción indignada y les pedí a mis compañeros invitados en aquella ocasión a que no vinieran, que no se sentaran aquí y contribuyeran. Que no viniéramos a legitimar un acto de Mario Marín, y hoy, tres años después, aquí estoy”, dijo la autora de Dios en el Poder. Después guardó un segundo la respiración y agregó:


“Curioso. Creo que la indignación que sentía hace tres años no se me ha quitado”, y provocó una ligera risa en el auditorio que no sabía lo que venía.


Apretó el micrófono, se echó hacia delante y dijo decidida al público:


“Solamente acepté la invitación para estar en los programas, para tener mi nombre allá fuera y en los triangulitos, vine solamente para rechazar públicamente el estar aquí. Porque esto, desde mi punto de vista, no sirve para expresar mi opinión del periodismo.


Esto es una farsa. Esto es una falta de respeto. Y me parece una burla que Mario Marín nos invite a hablar de libertad de expresión cuando a mí me denunciaron doce diputados al inicio del sexenio, y después se atrevió a perseguir a una periodista, y ese es el gobierno que hoy nos trajo aquí, ese es el gobierno con el que no quiero participar, ni con sus farsas ni con sus burlas…”.


La periodista terminó con un sencillo “discúlpenme, gracias”, dirigido a los presentes que le respondieron con el aplauso más fuerte escuchado en el salón La Oriental del Centro de Convenciones.


Las edecanes entraron en pánico, la moderadora Paty Durán, directora de Comunicación de la Universidad Autónoma de Puebla, abrió los ojos tanto que parecían desorbitados y el público se quedó aplaudiendo. Y así la mesa se quedó con una mujer menos.

 

Ánimas y las presiones de Martínez Amador


Por su parte, Leticia Ánimas, titular del diario regional El Guardián de la Sierra, y ex titular de la mesa de redacción de la agencia Notimex, se congratuló porque “ella sí, contrario a lo que ocurría con Érika Rivero, sí tiene un marido que le cuida a su hijo, le lava los trastes y le lava la ropa”, y que no le reclama por el tiempo que pasa como periodista.


Ánimas evocó a su terruño, a Huauchinango, para comentar sobre cómo la pobreza, la marginación de la Sierra le llevó sin querer a ser reportera. “Bueno, y un tanto de suerte”, como ella misma admitió:


“Yo quería ser abogada, litigar. Y estudie Derecho. Terminé de reportera por un poco de suerte, porque cuando pedí trabajo a la agencia Notimex concursé con siete egresados de la carrera de Ciencias de la Comunicación, y les gané a todos”, comentó entre risas y rubores de los comunicólogos ahí presentes.


Para Ánimas el ejercicio periodístico le ha presentado la oportunidad de conocer y reconocer su región, y también contrario a lo comentado por Rivero, de enfrentarse con el machismo.


“Hay hombres que son tan machos, que piensan que lo tú escribes te lo dicta otro hombre. Vaya, creen que la mujer no es capaz de pensar por sí sola, hasta ese grado de machismo llegan”, agregó.


Y es que Leticia Ánimas ha notado ya una campaña en su contra por parte del hoy diputado local Carlos Martínez Amador. Cabe decir que El Guardián de la Sierra, en Huauchinango, fue el periódico que más criticó las irregularidades del trabajo de Martínez en la presidencia municipal.


“Ha mandado a otros compañeros reporteros, que se prestan, a difamarme y escribir cosas en mi contra. Incluso una vez publicaron una fotografía donde aparezco con un plato en una comida de priistas y aseguran en el pie de foto que anduve misereándoles”, comentó Ánimas indignada. El acoso ha llegado al grado que otros personajes y funcionarios estatales han sido advertidos por Martínez Amador sobre el trabajo de la periodista Ánimas.

 

No he sufrido discriminación: Rivero


Rivero Almazán, quien también ha sido jefa de información de Intolerancia Diario, columnista de páginas como E-Consulta y Status, y colaboradora de Cambio, pidió abrir la mesa para explicar, que desde su punto de vista, “no hay discriminación en los medios de comunicación para las mujeres”.


Además indicó que, desde que fue invitada a participar en el evento por Javier Sánchez Galicia, director de Comunicación Social del gobierno del estado, no le agradó del todo el hecho de hablar de mujeres periodistas, “porque se le tomaba en cuenta para hablar con una visión de género y no como una pluma más, como un periodista.


“¿Porqué se me invita a una mesa de mujeres periodistas? ¿Acaso hay una diferencia entre los hombres y las mujeres periodistas? ¿Qué somos diferentes?”, se preguntó Rivero, pero la autora de la columna “Los Conjurados” prefirió seguir con consejos a los muchachos que atendieron al coloquio, a quienes aseguró que “los reporteros no se mueren de hambre” así que los invitó a no seguir tabúes sobre el oficio. Eso sí, se lamentó que las mujeres en el oficio periodístico necesitan una pareja que las entienda y que conozca su trabajo para que no reclame su ausencia. Tras esto Rivero abandonó apurada la mesa con una disculpa y se perdió las participaciones del resto de sus compañeras.

 


 
 
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