Óscar Aguilar se va a la Fundación Colosio


No dejará buenas cuentas en el IPV, sólo escándalos y denuncias por corrupción



Efraín Núñez Calderón

 

Óscar Aguilar González fue nombrado el viernes pasado como presidente de la Fundación Colosio, en sustitución de la hoy diputada local Rocío García Olmedo. Aguilar González deja el Instituto Poblano de la Vivienda (IPV) en medio de acusaciones graves de fraude por la venta irregular de casas, además de dejar pendiente la escrituración de predios.


Protegido por las autoridades estatales, el funcionario presentará hoy su renuncia al cargo para dedicarse a actividades de su partido. Entre los pendientes se encuentra también una denuncia presentada en su contra ante la Fiscalía Anticorrupción.


A penas el jueves pasado, un grupo de 11 familias denunciaron actos de corrupción de parte de Óscar Aguilar, a quien acusaron de orquestar un operativo para desalojarlos de sus viviendas.

 

En rueda de prensa, el representante legal de estas familias, José Luis Díaz Mignon, dijo que en 2004 sus clientes fueron desalojados de una vecindad de la 18 Poniente entre la 11 y la 9 Norte, ya que ésta se encontraba en malas condiciones y a punto de caerse, por lo que el Gobierno del estado decidió reubicarlos en la Unidad Habitacional Solidaridad.


El Insitito Poblano de la Vivienda dio un comodato de 11 departamentos con la condición de comenzarlos a pagar una vez que se resolviera la situación jurídica de estos inmuebles, puesto que tenían propietarios. A decir Díaz Mignon, Óscar Aguilar desalojó a estas familias el pasado 10 de febrero violando el contrato de comodato y las cláusulas que firmaron.


Desde 2005, Cambio ha dado seguimiento al sinnúmero de corruptelas en las que está envuelto Óscar Aguilar, las cuales durante 2007 estuvieron a punto de provocar la ruptura entre el Gobierno federal y el gobierno marinista.


En rueda de prensa, el entonces funcionario estatal se comprometió a finiquitar —después de dos años— la entrega de recursos a los damnificados del huracán Stan por un monto de  83 millones de pesos que el Gobierno federal mandó a través de cuatro convenios para atender los daños que dejó el meteoro en la Sierra Norte.


También prometió que resolvería antes de su salida la falta de escrituras de la totalidad de las viviendas entregadas por el IPV desde 1998. Según denuncias de habitantes de colonias como Solidaridad y Gobernadores, es aquí donde se encuentra el mayor fraude de Óscar Aguilar, pues el funcionario se ha dedicado a vender a no beneficiarios del IPV las viviendas, razón por la cual éstas no se pueden escriturar.

 


 
 
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