Archundia también prepara cambios entre los judiciales

Restituirá a tres comandantes que la ex procuradora relegó al interior del estado

Trascendió que el subcoordinador Operativo de la Policía Judicial, José Luis Briones, puede ser relevado de cargo ante las pifias en el operativo en Córdoba, Veracruz, donde fueron heridos cinco policías y fue secuestrado el agente placa 646

Edmundo Velázquez

Además de los cambios previstos por el procurador Archundia dentro de las coordinaciones y agencias del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), también tres comandantes de la Policía Judicial serán restituidos en sus cargos.

Se prevé que los agentes Faustino Flores, Pedro Pablo Hernández y Carlos Valdemar, judiciales de la vieja guardia que perdió poder con la llegada de Blanca Laura Villeda Martínez, regresen en poco tiempo. Cada uno de ellos fue relegado por la procuradora para que en su lugar se colocara gente de total confianza para Villeda.

Aunque al momento no se les han asignado tareas ni confirmado sus puestos de parte del procurador Archundia, los rumores de la llegada de los tres agentes ha comenzado a incomodar al subcoordinador Operativo de la Policía Judicial, José Luis Briones, quien por cierto fue el responsable del fallido operativo en Córdoba, Veracruz, donde fueron heridos cinco policías judiciales y fue secuestrado el agente placa 646, Felipe García Guillén, que murió a manos de Zetas y cuyo cuerpo fue encontrado en el río Blanco recientemente.

Y es que, según fuentes bien informadas de la PGJ, Briones pertenece al grupo de judiciales que fueron socorridos y cobijados por la ex procuradora, por lo que la Policía Judicial podría correr el riesgo de verse dividida en caso de que los agentes de la llamada vieja guardia vuelvan a puestos de importancia.

Para la asignación de tareas y mandos en la Judicial, los métodos de Villeda fueron curiosos. Por ejemplo, Faustino Flores, agente judicial con más de 25 años de servicio fue enviado por la ex procuradora como portero de las oficinas de Análisis de la Conducta Individual y Periciales en la calle 10 Poniente de la PGJ.

A Faustino Flores le fue argumentado su padecimiento de estrabismo como motivo del cambio. Se le quitó el puesto de comandante y se le envió como portero. El agente se defendió de los cambios buscó un amparo y lo ganó, por lo que lo que a Blanca Laura Villeda no le quedó más que restituirlo en el cargo, con puesto y sueldo de comandante, pero lo dejaron con funciones de portero. La administración de Archundia en la PGJ prevé devolverlo como comandante de la Policía Judicial.

Así pasó con Pedro Pablo Hernández García, quien fue titular de la Comandancia Especializada de Robo de Vehículos en tiempos del procurador Carlos Alberto Julián y Nácer.

A la llegada de Villeda fue asignado como jefe de grupo a la zona de Xicotepec de Juárez. Actualmente dentro de la PGJ se habla que volverá a las instalaciones centrales llamado por Archundia.

Incluso se habla de que el comandante Pedro Pablo Hernández será el nuevo Coordinador Operativo de la Policía Judicial, en vez del comandante José Luis Solís Briones, como castigo de los errores cometidos en Córdoba, Veracruz, el 15 de abril.

Además, Archundia piensa regresar su cargo a Carlos Valdemar, comandante que fue separado por Blanca Laura Villeda, luego que su hijo, Luis Carlos Valdemar Hinojosa, fue responsabilizado por la muerte del espía de Gobernación, Hugo Zárate Álvarez.

En ese entonces, alrededor del mes de enero del 2007, Carlos Valdemar fue obligado a renunciar y salir de la Policía Judicial debido al escándalo del caso de Hugo Zárate Álvarez, segundo al mando de Alfonso González “El Gusi”, director de Investigaciones Políticas de la Secretaría de Gobernación.

Debido a las irregularidades del caso, del que se habló que el hijo del comandante sería únicamente un chivo expiatorio creado por la administración de justicia de Villeda, la salida de Valdemar provocó suspicacias, pero la entonces procuradora jamás detalló sobre la salida del comandante.