Marín aprovecha desfile para presumir sus obras


Los hospitales de la Zona Norte y el de Tepeaca fueron temas de los carros alegóricos


La parada cívico-militar fue aniquilada por Mario Marín. Pagó 20 mil pesos del erario para que sus obras más criticadas por la oposición tuvieran un carro alegórico. Hasta los beneficiarios de la Casa del Abue se insolaron para alabar al gobernador


Selene Ríos Andraca

 

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Mario Marín Torres fue la musa del desfile del 5 de Mayo. La administración marinista aprovechó la parada cívico-militar para presumirle a los poblanos las “grandes” obras que ha realizado  y promover su imagen, pues hubo carros alegóricos alusivos al Hospital de Tepeaca, al Hospital de la Zona Norte, así como promoción a las actividades realizadas en la SEP, en el DIF, la Casa del Abue y el Consejo Estatal de Seguridad Pública.


Ayer la administración marinista rompió los esquemas de la parada cívico-militar y por primera vez las obras de un gobierno fueron inspiración para más de una docena de carros alegóricos que costaron alrededor de 20 mil pesos al erario.


El boulevard 5 de Mayo albergó las plataformas de los hospitales de Tepeaca y el de la Zona Norte, ambos nosocomios inoperantes y construidos con sobreprecios comparados con la media nacional.


El hospital de “ricos para pobres” como denominó Mario Marín al nosocomio general de la Zona Norte, se hizo merecedor a un carro alegórico montado con fotos del edificio, de enfermeras y doctores.


Una enorme pancarta resaltó las bondades de la obra marinista que se inauguró sin electricidad, sin drenaje y sin el equipo médico especializado que decía: “Servicios médicos de calidad con calidez. Innovación Médica. Hospital General de la Zona Norte”.
Este inmueble fue criticado por la bancada panista en el Congreso local.

 

El legislador Manuel Janeiro evidenció en plena comparecencia del secretario de Obras, Javier García Ramírez, que el hospital había costado más del doble de lo estipulado por el Catálogo de Precios de la Secretaría de Salud federal. En respuesta, García Ramírez confesó que sus hospitales eran inoperantes pero “con acabados de lujo”.


Otro hospital que fue motivo de las críticas de los panistas fue el de Tepeaca, mismo que tenía serios problemas en la conexión eléctrica y la instalación del drenaje, según lo reportó Cambio en enero de 2008.


Pero los señalamientos en contra de sus obras provocaron que la administración marinista presumiera ante los poblanos la efectividad de ambos nosocomios. Y el hospital de Tepeaca también tuvo su plataforma en el desfile cívico-militar.


La plataforma de este nosocomio fue divida en cuatro partes. Una representaba un quirófano, otra una recepción, otra un consultorio y el área de internos. El cartel exaltaba los beneficios y presumía la obra marinista.


Rato después, una camioneta oficial de la Secretaría de Educación Pública representaba el programa de Escuelas de Calidad, con dos enormes fotos del gobernador Mario Marín Torres y del titular de esa dependencia, Darío Carmona García.


Una pancarta grande agradecía las acciones de ambos funcionarios: “Gracias Mario Marín. Gracias Darío Carmona”.


Los abuelitos también lloran: La Casa del Abue fue motivo de un carro alegórico en el que cuatro ancianos se asolearon durante una hora para decirle a Mario Marín: “Gracias señor gobernador” y fue el mejor pretexto de los nietos para sacarlos a pasear. 


Con más de 70 años encima, el cuarteto de los venerables recorrió el bulevar atiborrado de poblanos para externar el agradecimiento que sienten hacia el mandatario poblano y de paso saludar al padrino de éste, Felipe Calderón Hinojosa. 


La preparatoria Benito Juárez de Chignaupan convirtió su carro en un magicuento y de un libro de texto aparecía por instantes el rostro de Mario Marín. La escena recordaba a la historia de Winnie Pooh cuando se esconde de las abejas para robarles la miel.  Aunque el carro era alusivo a la educación laica, la imagen del gobernador fue utilizada para emular a Benito Juárez.

 


 
 
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