Zavala hace campaña en Tepeaca con Calzonzin

Se reúne en horario de trabajo con presidentes municipales y auxiliares apostados en su proyecto político

Sin preocupación por violar la ley electoral, acuerda estrategias del Proyecto Z en la casa de su incondicional, el diputado priista Humberto Aguilar Viveros. Los asistentes acudieron en vehículos oficiales

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Efraín Núñez Calderón

En su desenfrenada carrera por la gubernatura, Javier López Zavala no cuida las formas ni las leyes electorales, debido a que el pasado lunes en horario de trabajo, el secretario de Desarrollo Social se reunió con su estructura electoral de Tepeaca en la casa de su incondicional, el diputado local Humberto Aguilar Viveros.

La reunión fue a puerta cerrada sin el pretexto de un acto oficial de la SDS, por lo que más de 20 guardaespaldas cuidaron los principales accesos al domicilio ubicado en bulevar Cuauhtémoc Norte entre 6 y 8 Oriente, así como las cuatro esquinas del terreno.
Sin embargo, Cambio logró fotografiar a López Zavala cuando alrededor de las 3:35 de la tarde ingresaba al solar propiedad del diputado priista, donde ya lo esperaban alcaldes, presidentes auxiliares, delegados de la SDS, funcionarios del Instituto Poblano de la Juventud (IPJ), así como más de 500 simpatizantes. 

Sin el mayor reparo, alrededor de la 1:00 de la tarde arribaron las autoridades municipales y auxiliares a bordo de vehículos oficiales, los cuales estacionaron en las calles aledañas.

Sólo sabían de la reunión los funcionarios de la delegación de la SDS en Tepeaca, ya que quienes laboran en la Secretaría de Desarrollo Social municipal desconocían la visita del funcionario marinista.

Sólo pudieron ingresar al terreno en cuestión quienes se identificaron como miembros adherentes del Proyecto Z. Curiosos o priistas de otras corrientes fueron intimidados por los elementos de seguridad que custodiaban los accesos.
Para no ser descubiertos, Humberto Aguilar Viveros instaló una carpa amarilla a la cuál ingresaban los asistentes para ocupar su lugar y pasar lista.

Entre los concurrentes se pudo ver a Jesús Vázquez Viveros, exdirigente juvenil del PRI e hijo del exdiputado local Jesús “El Negro” Vázquez, cuyo grupo político está apostado en el Proyecto Z.

La seguridad no dejaba estacionar automóviles frente al terreno para dejar libre la entrada a López Zavala, cuyo arribo se esperaba desde las dos de la tarde.

En la delegación de la SDS de Tepeaca se confirmó no sólo la visita de López Zavala al encuentro, sino además que el domicilio le pertenece a Humberto Aguilar Viveros, quien es el encargado de la Gestión Z en Tepeaca.

La Delegación de la SDS cuenta con los datos de todos quienes tuvieron intención de acudir a la reunión. También se le pidió sus datos a este reportero, debido a que “son actos privados del secretario”.

Proyecto Z,
recursos públicos

Javier López Zavala llegó en su camioneta Suburban blanca, la cuál le fue asignada cuando se convirtió en secretario de Desarrollo Social. Frente al domicilio de Humberto Aguilar bajó del vehículo e ingresó por la puerta principal.

Eran las 3:35 de la tarde, aún dentro del horario de trabajo de la administración estatal. Pero López Zavala quería dejarse ver por la gente. Quería saludar desde los porteros que custodiaban la entrada, hasta quienes le fueron a expresar su amor y lealtad a su proyecto político.

Algunos de quienes ingresaron a la reunión revelaron a este diario que se tomaron decisiones importantes sobre la operación del Proyecto Z, que se plantearon objetivos a mediano y largo plazo, que se dio el mensaje de que el presupuesto estaba a disposición de las ideas, de la propaganda.

Afuera, los vehículos oficiales se movían constantemente, los choferes tenían la orden de no quedarse mucho tiempo en un solo lugar para no ser sorprendidos. No obstante, era imposible dejar de verlos.

Se observaron camionetas del DIF de Guadalupe Santa Ana y de Atzitzihuacan, así como del Ayuntamiento de Zoquitlán y de la Policía Municipal de San Pablo Anicano. En todas había personal esperando a los presidentes municipales de dichos lugares.

En tanto, los custodios de las puertas portaban radios Mattra y se paseaban continuamente según el perímetro que les tocaba. De esta forma se avisaron entre ellos que “el licenciado” estaba por llegar.

El área fue despejada, pero López Zavala llegó hasta que fue informado que el lugar estaba lleno: “no se arriesgaría tanto para asistir a un evento desangelado”, se escuchó decir a algunos de sus incondicionales.

“¿Quién es
López Zavala?”

Apostado en la parte trasera de un automóvil, el reportero gráfico de Cambio logró captar la entrada de López Zavala quien acomodándose el saco se regodeó saludando a la gente que salía a su paso: “señor licenciado”, “¿cómo ‘stá?”, se les escuchó decir al tiempo de recibir una palmada en la espalda de parte del marinista.

Sólo fueron unos segundos antes de que el funcionario ingresara al domicilio y su chofer estacionara su vehículo oficial en el mismo lugar.

Pero la gente se preguntaba “¿quién había llegado?”. Muchos que lo vieron no lo identificaron:
—¿Quién es ese señor?— preguntó un joven que tomaba su refresco en una tienda de abarrotes.
—Pues quién va a ser, el licenciado López Zavala— dijo uno de los acarreados
—¿Y quién es López Zavala?— insistió una vez más el joven después de darle un trago a su gaseosa.

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