Rubén Moreira advirtió que al principio de su administración, que inició en diciembre de 2011, “estábamos a punto -si no es que ya había sucedido-, de que el monopolio de la autoridad no lo tuviera el gobierno, sino lo tuviera la delincuencia”.

El periódico Vanguardia publica este miércoles una entrevista con el gobernador de Coahuila. En la conversación, Rubén Moreira admite, además, que el narcotráfico apoyó a miembros del partido donde milita, el PRI.

“En los pasados comicios, mi partido tiene averiguaciones abiertas, no voy a decir municipios, porque no creo que sea lo correcto”, señaló el gobernador.

Destacó que incluso el sector empresarial y otros liderazgos locales se aliaron con grupos del narcotráfico, “porque también hay segmentos de la sociedad que vieron bien al crimen, que no dijeron nada, que lo alentaron, y que hasta se asociaron”.

Siguió´: “Recordemos cómo la policía municipal (de Torreón) un día se baleó con la Policía Federal, ¿qué tanto habría en esa policía para que tuvieran el valor de ir a balear a la Policía Federal, que tiene más equipo, más entrenamiento, pero además es federal?”.

Con su antecesor, atizó, los ciudadanos no podían circular normalmente por  las carreteras, “porque invariablemente la policía te detiene y te pregunta quién eres y te deja ir y te toma registro de tu credencial de elector y no era para infraccionarte, era para llevar un control de quién pasaba y quién llegaba”.

Aseguró que en cierta ocasión, policías municipales ingresaron a la oficina del alcalde de Torreón  y  “algunos de ellos con los pies sobre el escritorio” le exigieron que cesara a un jefe policiaco.

Durante la actual administración actual se descubrió una red de funcionarios estatales y federales que protegían al cártel de “Los Zetas”, encabezada por el entonces procurador Jesús Torres Charles, quien recibía alrededor de 300 mil pesos mensuales por proteger a los criminales.

Desde que tomó el poder, Rubén Moreira comenzó a criticar duramente el desempeño de su hermano, sugiriendo que habría sido omiso en el combate al crimen organizado. En octubre del año pasado fue asesinado José Eduardo Moreira, el hijo mayor de Humberto Moreira, quien actualmente reside en Barcelona, España, como parte de una beca académica que, según dice, le paga el Sindicato Nacional de Trabadores de la Educación.

Fuente: Proceso