El oro y la plata están de forma simultánea en backwardation. A manera de recordatorio y explicación para nuestros estimados lectores, cabe subrayar que en este blog se expone un análisis del mercado de metales preciosos monetarios muy diferente a los tradicionales: el de la llamada Base y Cobase de ambos.
La razón es que los típicos análisis técnicos no ofrecen un panorama completo, como el que es indispensable tener, para una correcta toma de decisiones.
Aunque útiles, por desgracia no nos revelan algo mucho muy importante: cuánto ha aumentado en el mercado la propensión de los inversores a acumular oro y plata físicos, con independencia del nivel de precios que se observe, ya que este es determinado (todavía) sobre todo en el mercado de “papel” (futuros).
Dicha propensión queda expuesta cuando comparamos las diferencias entre los precios de ambos metales al contado (spot), y los que se observan en sus contratos de “futuros”, o sea, en los que se promete la entrega del metal adquirido en fecha posterior.
De esa observación se obtienen la Base y la Cobase.
La Base es el resultado de restar del precio del contrato de futuro, el “spot”. Dado que la normalidad es que los futuros sean más caros que el precio corriente, la cifra debería ser positiva. Esto se conoce como “contango” (curva ascendente). Pero si el resultado obtenido es negativo, muestra una inversión en la curva que se conoce como “backwardation” (curva descendente).
Por su parte, la Cobase se obtiene restando del precio “spot” el del contrato de futuro que corresponda. Por eso se está en “contango” cuando el resultado es negativo, y en “backwardation” cuando hay lectura de Cobase positiva.
Esto último es señal de que hay en el mercado una “escasez” de existencias del metal, ante una amplia demanda física. Justo esto es lo que se está presentando al mismo tiempo en el mercado del oro y la plata, pues como dijimos al inicio, ambos están en backwardation.
En el gráfico siguiente (cortesía de Sandeep Jaitly de feketeresearch.com), se observa el comportamiento de la base (líneas azules) y la cobase (líneas rojas) para los contratos de oro con vencimiento en febrero y abril 2014 (éste en líneas difuminadas). La última lectura para la cobase de febrero es de +0.24%.
El mes pasado le informamos que por primera vez en el año, la plata había entrado en backwardation hacia el 5 de noviembre. No obstante, esta condición persiste.
El contrato de plata a diciembre (no se muestra en la gráfica) ha dado paso al de marzo, que ya muestra asimismo una backwardation con una lectura positiva de 0.17% anualizada. El hecho de que la backwardation en la plata se presente con tanta anticipación al vencimiento del contrato, no tiene precedentes.
Tampoco que en el oro el contrato de febrero ya esté (de nuevo) en backwardation como se muestra en el primer gráfico.
¿Por qué es importante recalcar todo esto?
Porque como también hemos advertido aquí con anterioridad, el oro y la plata se están “escondiendo” de la circulación.
De manera discreta pero consistente, mientras el precio del metal se mantenga cerca de los niveles actuales a causa de ventas masivas de contratos de “papel”, alguien más seguirá aprovechando, sobre todo en India y China, para tomar todo lo que puedan a precio de ganga. Eso sí, en metal contante y sonante.
Dado que en lo que va del año el contrato de oro más activo ha estado fuera de backwardation solo durante pocos días (ver siguiente gráfico de Sandeep Jaitly), puede afirmarse que hemos llegado a la tan temida fase de backwardation (cobase positiva) permanente.
De aquí en adelante, salvo algunas fluctuaciones, observaremos cómo esa condición tiende a agravarse.
Cada día más inversores optan por comerciar con operaciones de pago al contado contra entrega física de oro y plata. Esto que debería ser siempre de lo más normal del mundo, no lo es por una sencilla razón: no hay metal precioso que alcance para todos.
El sistema de reserva fraccionaria con que operan los “Bullion Banks” y hasta los inventarios del Comex (Commodity Exchange), que cuentan a la fecha con 108 “dueños” por cada onza de oro en sus almacenes, son muestra de ello.
De ahí que la aparentemente atractiva operación de “ganancia con riesgo cero” para los tenedores de oro y plata cuando hay backwardation, no se esté efectuando.
Y es que en teoría ese inversionista con metal físico podría venderlo hoy con una ganancia (gracias a que el precio spot es más alto que el del futuro a febrero), y de forma simultánea comprar ese futuro con vencimiento en febrero 2014. Vendió caro y compró barato en un solo instante, por lo que ahora solo tiene que esperar sentado unos meses a que le entreguen de vuelta metal equivalente a lo que enajenó.
Ese tiempo de espera puede ser mortal, pues llegará el momento en que al inversionista, no le puedan cumplir. Alcanzado ese punto, no es difícil imaginar el caos que se generará, ni lo que ocurrirá con los precios de los metales preciosos expresados en divisa fíat (dólares, euros, etc.).
Así que mientras los bajos precios ahuyentan a la mayoría, muy pocos se están preparando para ese momento, en silencio, acumulando más dinero real (oro y plata) con cada baja que se presenta.
Es la reacción natural a la manipulación global a la baja de las tasas de interés e impresión monetaria, que los bancos centrales están realizando para intentar estimular con más deuda la economía planetaria, enferma justo por el exceso de deuda, consumo y crédito.
Esa colosal montaña deflacionaria que nos caerá encima, y que pocos ven venir, es la que los fuerza a repudiar cada vez más las divisas fíat en favor del oro y la plata. El mensaje de su base y su cobase, está ahora descifrado y a la vista de todos. Ojalá, que no lo ignoren.