Cuando cada uno por su lado hace su trabajo para ganar luchando para hacer oídos sordos a quienes tratan de amarrarles los guantes para que se agredan. ¿Qué se imagina usted que se puedan decir en un encuentro sorpresivo?

Usted se puede imaginar qué se pueden decir fuera de cámaras, de debates, el candidato priista a la alcaldía de Puebla y el abanderado de la megacoalición?

A seis días de la gran final, cuando la moneda está en el aire ¿qué se pueden decir en un encuentro fortuito?

Pues le voy a explicar.

El candidatoEnrique Agüera al esperar su turno para una entrevista en la antesala de Radio Tribuna se encontró de frentecon Fernando Manzanilla, coordinador de campaña desu opositor, Tony Gali.

Quienes ahí estaban, al otro día del cierre de las campañas de los candidatos, por nada se perdieron la escena.

Fernando Manzanilla Prieto al fin y al cabo representante de Gali, (como si fuera el mismo Gali) estiró el brazo para encontrar la mano del candidato Agüera y expresó: ¿cómo estás?

Y Agüera en forma espontánea contestó: ante todo la amistad.

Tal vez quiso decir algo más, pero del equipo de Enrique Montero Ponce apresuró al ex rector, notificándole que ya lo habían anunciado y los micrófonos estaban abiertos.

Así el sorpresivo encuentro no dio para más.

Hay que aclarar que la cita ante los micrófonos de Tribuna para Agüera, fue pactada porsu propio equipo para las 8 de la mañana y éste llegó 8:20.

El retraso se tuvo que sortear, dándole paso a Manzanilla Prieto, a quien se le había dado la cita a las 7:40 de la mañana.

Se precisa el dato que ambos candidatos han comparecido ante todos los micrófonos del cuadrante a lo largo de la campaña.

Lamentablemente hay dos conductores que se regodean dejando en la antesala a sus invitados hasta una hora, se trate de quien se trate.

“Por ellos” las agendas salen de control al comenzar la jornada de los candidatos.

Pero al fin y al cabo “el encuentro” después de la comparecencia se tenía que dar en algún lugar y en cualquier día.

Así se dio y el ex rector tuvo la oportunidad de ondear su bandera blanca con la puntualización: “ante todo la amistad”.