La reforma política recientemente aprobada en lo general por la Cámara de Senadores quedó como un “Frankenstein” por las modificaciones que le hicieron los legisladores respecto de la creación de un organismo centralizado que vigilará los procesos electorales de los estados, consideró el rector de la Universidad Iberoamericana, Fernando Fernández Font, quien también lamentó que la propuesta del Instituto Nacional Electoral (INE) no haya sido aceptada.
"Respecto al Instituto Nacional Electoral me parece que lo que sacaron finalmente fue un Frankenstein, o sea no fue la propuesta original que hubiera sido interesante, siguen conservando a nivel de los estado los institutos y esos siguen dominados por los mismo gobiernos, porque ni es una cosa ni es otra, porque lo que pretendía con esa reforma era poder hacer independientes a los institutos estatales electorales del influjo del gobierno", sostuvo.
En entrevista posterior a la inauguración de Expo Ibero Otoño 2013, el académico acusó de que los intereses políticos frenaron su aprobación, por los gobiernos estatales en turno continuarán teniendo el poder de los institutos y no la ciudadanía.
Sin embargo celebró que se haya aceptado la reelección de los legisladores, pues indicó que los ciudadanos podrán "premiar o castigar" a los diputados y/o senadores de acuerdo a su desempeño realizado en las cámaras.
"Yo la calificaría que tiene un aspecto muy bueno que fue el de la reelección y otro muy malo que fue el que no aceptaron, entonces me parece que quedó a deber la reforma electoral. Hay muchos pendientes y muchos intereses políticos por ahí y mientras no se depuren es imposible que salga adelante algo bueno", acotó.