El padre brasileño Dermar De Guedes, nombrado en el 2012 como consejero general de los legionarios, presentó su renuncia ante el cardenal Velasio de Paolis, delegado pontificio encargado de la congregación.
El cardenal de Paolis “aceptó la renuncia y le autorizó a permanecer un año por fuera de la comunidad religiosa”, precisó en una nota la congregación.
El religioso brasileño, que era considerado entre los favoritos para llegar a ser director general de la congregación tras la reforma ordenada hace tres años por el Vaticano, decidió abandonar la entidad y trasladarse por una temporada a Brasilia.
Según fuentes cercanas al religioso citadas por la página internet Religión Digital, De Guedes, cercano a De Paolis, renunció tras constatar que “no hay esperanzas de cambio” en los Legionarios de Cristo.
“Lo que se está haciendo es tratar de contentar a unos y otros para dejar todo igual que antes”, comentó.
“El 70% de los que eran superiores antes de que se conociera el escándalo siguen estando en sus puestos”, aseguró a esa fuente.
Representantes en todo el mundo de los Legionarios de Cristo celebrarán una reunión extraordinaria en enero del 2014, durante la cual deberán aprobar nuevos estatutos y una nueva directiva.
De Paolis pidió al religioso brasileño que vuelva a examinar su situación con los superiores de la congregación que serán elegidos el próximo año.
La congregación mexicana protagonizó hace algunos años un escándalo mundial por el comportamiento de Maciel, fallecido en el 2008, quien fue condenado por abusos sexuales a menores y mantuvo una doble vida con dos mujeres y varios hijos.
Tras ello, el Vaticano instó a los Legionarios a poner orden en la congregación ultraconservadora, un movimiento que el fallecido papa Juan Pablo II consideraba un ejemplo de virtud para el mundo moderno.
Los Legionarios de Cristo están presentes en 22 países, sobre todo en América Latina, y contaba entonces con 800 sacerdotes, 2.500 seminaristas, 70.000 miembros laicos y gestiona 12 universidades.
