Sunday, 05 de May de 2024

Mandela fue sepultado en Qunu

Lunes, 16 Diciembre 2013 11:05
Mandela fue sepultado junto a sus tres hijos fallecidos hace unos años



Nelson Mandela ya descansa en paz. Lo hace al pie de la ladera en la que pasó la mayor parte de su infancia, en la localidad de Qunu, un pequeño pueblo situado al suroeste del país que hasta hace poco no tenía agua ni electricidad.



Allí, en el mausoleo familiar que hay en el jardín de su casa, fue enterrado ayer junto a sus tres hijos: Thembekile, Makgato y Makaziwe, tras un larguísimo y emotivo funeral de Estado al que asistieron más de 5 mil personas. Fue el último homenaje a su persona y el final de diez días de duelo nacional, tras su muerte el pasado 5 de diciembre a los 95 años.



Minutos antes de la 8:00 el féretro con el cuerpo de Mandela salió de su casa envuelto en la bandera de Sudáfrica. Escoltado por una guardia militar integrada por negros y blancos fue trasladado hasta la carpa donde se realizó el funeral.



La ceremonia comenzó con música. Primero con el Nkosi Sikelel´ iAfrika, el himno nacional adoptado en 1994 tras la caída del régimen racista, y después con el canto religioso xhosa Lizali´sidinga lakho (Cumple tu promesa), ambos interpretados por un coro mixto de gospel.



Custodiado por los militares, seguidos por el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, por su nieto mayor, Mandla Mandela, y, en segunda fila por su viuda Graça Machel y su ex esposa, Winnie Madikizela Mandela (ambas de riguroso luto e incluso con turbantes negros), el féretro entró en la carpa habilitada para el funeral en un terreno propiedad de Mandela.



Delante, un escenario en el que ardían 95 veladoras, una por cada uno de sus años. Detrás, un gran mosaico con su retrato.



La ceremonia fue larga, a veces emotiva y hasta divertida, como cuando se contaron anécdotas de su vida. Ndaba Mandela, vocera de los nietos y de los bisnietos, se refirió a su gran sentido del humor y a su afición para contar anécdotas y gastar bromas, mientras que Joyce Banda, presidenta de Malaui, relató cuando en 1996 le visitó en la cárcel de Robben Island “y un año después había leído todo sobre él”. “Madiba me enseñó a perdonar. Liderar es amar a la gente y también que la gente te ame”, dijo.



En su participación, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, aseguró que su país despide a “su padre”, de quien recordó que había sido llamado “hombre peligroso y terrorista” durante el apartheid, y a quien definió como un hombre “tan grande y tan humilde”.



Al funeral de Estado asistieron unas cuatro mil personas, entre ellas una veintena de mandatarios, como los presidentes de Zambia, Tanzania, Etiopía, Lesoto y Malaui. También estaban el Príncipe Carlos de Inglaterra, los ex primeros ministros de Noruega, Jens Stoltenberg, y Francia, Lionel Jospin y Alain Juppé, así como Ophra Winfrey, el príncipe Alberto de Mónaco y el reverendo Jesse Jackson.



Mandela recibió sepultura en el jardín de la vivienda, en una ceremonia íntima en la que se mezclaron ritos cristianos y tradicionales del clan Madiba de la etnia Xhosa abaThembu. Seis cazas y tres helicópteros, ondeando gigantescas banderas de Sudáfrica, sobrevolaban el lugar mientras se escuchaban las salvas. Fue el último adiós a Tata Madiba.



El Universal

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