De forma sorpresiva, Steve Ballmer, actual CEO de Microsoft, anunció su salida de la empresa a fines de agosto, poco antes de que el fabricante diera a conocer la compra de la división de móviles de Nokia. Ballmer dijo que se retiraría en el plazo de un año.
La firma ha estado en busca de un reemplazo desde entonces. La lista inicial de posibles candidatos comenzó con 40 nombres; sin embargo hubo algunos que vienen resonando desde el comienzo y otros que se sumaron en el último tiempo como potenciales ocupantes del sillón que dejará vacante Ballmer.
A partir de la compra de Nokia por parte de Microsoft, uno de los candidatos que cobró fuerza fue el de Stephen Elop, que antes de convertirse en CEO de Nokia en 2010, se desempeño en Microsoft en la división de software de negocios.
Alan Mulally, CEO de la automotriz Ford, es otro de los nombres que resuenan para reemplazar a Ballmer. El ejecutivo de 68 años se encuentra al frente del fabricante de vehículos desde 2006 y ayudó a reducir las pérdidas de la compañía durante el 2009.
Otros posibles reemplazos surgieron desde las filas de Microsoft. Uno de ellos es Tony Bates, ex CEO de Skype, el servicio de videollamadas y mensajería que el fabricante de Windows compró en 2011 y que luego reemplazó al legendario Messenger de Microsoft.
Satya Nadella, a cargo de la división cloud y de empresas de Microsoft, es otro de los potenciales candidatos. Según señala Reuters, habría otros posibles actuales ejecutivos de la firma de Redmond que podrían ocupar la vacante que dejará Ballmer, en tanto que la nómina de candidatos externos se redujo a tan solo cinco nombres.
Algunas versiones indicaban que otro posible reemplazo para Ballmer era el mismo Bill Gates, cofundador y actual presidente de la empresa. Gates fue CEO de la firma hasta 2000, cuando dejó la posición a Ballmer. Sin embargo, allegados a Gates dijeron que no está considerando volver a su antiguo puesto.
En tanto, tras conocerse que Microsoft se encontrara reduciendo la lista de posibles reemplazos para Steve Ballmer, las acciones de la empresa escalaban el miércoles a sus máximos desde mediados del 2000.
Un influyente analista sugirió que la designación de un presidente ejecutivo de fuera de la compañía podría resultar en la venta de las unidades Bing y Xbox de Microsoft, generando ganancias instantáneas.
Las acciones subieron casi un 4 por ciento para alcanzar los 38,08 dólares en la plataforma electrónica Nasdaq, un nivel no visto desde julio del 2000, cuando la burbuja de las acciones tecnológicas se desinflaba.
