Alrededor de las 21 horas de ayer la mesa directiva de las Comisiones Unidas, decretó un receso en el debate de reforma energética, para darle continuidad hoy a las 11 horas.

Las comisiones unidas del Senado de la República iniciaron la mañana del domingo la discusión en lo general de la iniciativa, tras aprobar el predictamen que fue entregado el pasado sábado ante la Junta de Coordinación Política del órgano parlamentario.

Mientras en la larga jornada, los legisladores se dieron tiempo para ver la semifinal del futbol. “Le voy al Toluca”, declaró sonriente el coordinador del PAN, Jorge Luis Preciado, al llegar de sorpresa a la sala de prensa del Senado para instalarse cómodamente en un sillón y ver una pantalla de televisión durante la última media hora de la semifinal del campeonato mexicano de futbol.

“¿Le va al Toluca por la alianza del PAN con el PRI?”, le preguntaron, a lo que de inmediato el legislador colimense, en mangas de camisa y un poco molesto, respondió “no, es que no pasaron las Chivas a las semifinales y le voy a todos, menos al América”.

“Aquí no dan nada”, se quejó Preciado Rodríguez al ver que ningún reportero le ofreció un refresco o alguna otra bebida; el partido agonizaba y el segundo gol del América sepultaba las aspiraciones de los Diablos del Toluca.

“Gooooooooool”, gritaron la mayoría de los reporteros, camarógrafos y fotógrafos que seguían el partido en la sala de prensa.

“Ya me voy a la sesión”, se levantó cabizbajo el legislador del Partido Acción Nacional (PAN), quien enfiló hacia el salón de plenos de la Comisión Permanente, donde se debate el dictamen de la reforma energética.

Afuera, en Paseo de la Reforma, desde las 9 horas las cacerolas, los palos y otros objetos no han parado de retumbar contra las vallas metálicas que fueron instaladas para resguardar la sede senatorial.

Integrantes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), en su mayoría jóvenes, mujeres y adultos mayores, sin descanso se turnan para golpear las vallas, cuyo sonido se escucha incluso dentro del Senado de la República.

En la glorieta de Colón se acondicionó una gran pantalla sintonizada en el canal del Congreso, donde cientos de personas lo mismo aplauden a los perredistas y petistas cuando exponen en tribuna su rechazo a la reforma energética, que abuchean y lanzan improperios contra priistas, panistas y pevemistas, cuando defienden el proyecto de dictamen.

La oposición a estas modificaciones la hacen los legisladoras del Partido de la Revolución Democrática (PRD) sólo en el interior del recinto; afuera son los afiliados a Morena, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) quienes mantienen las protestas.

Incluso personas de la tercera edad, que después de más de nueve horas de sesión empiezan a dar muestras de cansancio y frío, se acurrucan en bancas y banquetas de Paseo de la Reforma.

A su vez los policías capitalinos y federales combinaron la vigilancia de las vallas, con bromas y el seguimiento de la semifinal del futbol, que escuchaban en radios o ven en las pocas fondas y puestos de comida que estaban abiertos este domingo en las inmediaciones del Senado.