Thursday, 18 de April de 2024


El vaso medio vacío o medio lleno




Escrito por  Irma Sánchez
foto autor
“El vaso está medio vacío o medio lleno, usted decide”.

No es necesario que le expliquen lo que con sus ojos usted puede ver y definir.

 

Hoy concretamente sobre la movilización del domingo, usted tiene la mejor opinión.

 

Un éxito —como lo promueven sus promotores— o un fracaso, como se puede concluir de las versiones oficiales.

 

Éxito o fracaso, lo que importa es que los poblamos ya se dieron cuenta de que es hora de hablar y no quedarse más callados.

 

Los canales para expresase son múltiples y están a su alcance. Hoy, lo que obliga, sólo es romper el estado de confort para participar antes de convertirse en víctima.

 

Usted lo decide, porque nadie tiene que decidir por usted.

 

Como usted tendrá que decidir en la soledad de una casilla en el 2016, y antes en las federales en el 2015.

 

En Puebla públicamente se garantiza todo a partir del respeto a sus ideas. Usted compruébelo con su derecho a decidir.

 

 

Lo dulce de la vida

 

Y ayer, con la fiesta de Santa Clara de Asís cargada de tradiciones, llegó el festín en torno a un postre cien por ciento poblano, el llamado mollete, que al igual que los chiles en nogada, se creó en un convento, y que siglos después seguimos disfrutando.

 

El mollete de Santa Clara es un dulce que sólo lo conocen y disfrutan las viejas familias de Puebla en las que se heredan las tradiciones de generación en generación.

 

Se comercializa en esta temporada en las tiendas del dulce típico poblano junto con los camotes, los limones rellenos de coco y los borrachitos, por ejemplo.

 

En ocasiones cuesta trabajo conseguirlo, se obtiene bajo pedido.

 

Se trata de un dulce caro por sus propios ingredientes.

 

Es un pan redondo, como las famosas conchas, ahuecado, relleno con crema pastelera de coco y cubierto con una pasta de glaseada de pepita de calabaza.

 

Su crema no acepta imitaciones, lleva yemas, jerez, y buena leche.

 

Tradicionalmente se sirve de postre en la temporada de los chiles en nogada, aunque la verdad resulta demasiado dulce para una sentada.

 

Por lo que se aconseja saborear sólo una rebanadita con un vaso de leche para disfrutarlo.

 

El mollete tiene un precio este año de casi 80 pesos, y de cada uno bien puede cortarse en ocho rebanadas para saborearlo.

 

Los poblanos apenas lo conocemos.

 

Los turistas menos, pídalo usted y buen provecho.

 

Por cierto que en esta fecha, la fiesta es en grande en el templo de Santa Clara en la 6 Oriente, en donde el padre José Vidal ha realizado una gran labor con las organizaciones que mantienen presencia en el templo que hoy luce limpio, impecable y ordenado.

 

 

 

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