La pregunta reclama respuesta para saber cómo se gastan nuestros impuestos, que queremos que se estiren lo más posible para hacerlos rendir y alcancen para atender las necesidades.

Son tiempos de hablar de rendimientos en los negocios personales, familiares, de grupo  ya nivel de la administración  pública.

En todos se reclaman resultados.

Por eso se insiste ¿cómo andan las cuentas de operación del recinto expositor y el centro de convenciones?

La Asociación  Mexicanade Recintos Expositores y Centros de Convenciones entregó los números de su balance anual.

En México tenemos 79 recintos, de los cuales 70 por ciento operan con “números rojos” y sólo 30 por ciento con números negros, es decir, son rentables.

El dato interesante es que el 30 por ciento de los que operan con números negros son los creados por el capital privado y operados como empresas por los propios inversionistas: el WTC de la ciudad de México, el Sintermex de Monterrey y la Expo Guadalajara.

El resto son creados con recursos del erario y no están arrojando buenos resultados por el manejo político y no empresarial que se hace de ellos.

Otro dato, los gobiernos de los estados los últimos años se han avocado a construir este tipo de recintos, convirtiéndose en una carga para las finanzas públicas y algunos hasta “elefantes blancos”.

¿Qué se tiene que hacer con estos?

La AsociaciónMexicanade Recintos Feriales insiste en moverlos como empresas, ponerlos en las manos de quienes están para hacer negocios.

¿Será posible? ¿Qué tan rentable resultan sus principales actividades? Como la feria Expo tu belleza —que en unos días se celebrará—  y una concentración política anual de cajón.

Y ¿el centro de convenciones William O. Jenkins? Hay que reconocer que este tiene un mayor movimiento en sus siete salones que permanentemente albergan congresos, convenciones, exposiciones, ferias especializadas, actos políticos y conferencias.

BUAP, a la vanguardia

Mientras las autoridades del sector salud declaran que está bajo control la epidemia de AH1N1, en Puebla se informa que gracias a los laboratorios de biotecnología que tiene la BUAP montados con tecnología de punta, se realizan los estudios más serios sobre la cepa de este virus junto con sus posibles mutaciones, a través de técnicas de biología molecular.

Lilia Cedillo Ramírez, responsable de este laboratorio, explica que el trabajo de investigación se lleva algunos meses, al término de los cuales Puebla podrá hacer importantes aportaciones a la comunidad científica.