Friday, 29 de March de 2024


El machismo, presente




Escrito por  Irma Sánchez
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La capacidad de las mujeres, producto de la preparación, la disciplina, el empeño y sobre todo la decisión, ha pasado las más exigentes pruebas en todos los terrenos de la vida.

Lamentablemente el machismo prevalece en todos los ámbitos y cierra posibilidades a las mujeres, sobre todo en círculos en los que los caballeros no se han preocupado por prepararse para competir.

 

 

El fenómeno ha obligado a imponer un principio de equidad de género en la vida política de este país.

 

 

Las mujeres preparadas no apelan a éste, junto con sus concesiones.

 

 

Ellas están en la lucha y no pierden la oportunidad de prepararse a la velocidad que lleva el mundo contemporáneo.

 

 

Sin embargo, por desgracia hay círculos aún más cerrados como los sindicales en los que se desconfía de la mujer y para combatirla se llevan las cosas al terreno del denuesto para arrebatarles las posibilidades.

 

 

Hoy tengo la historia de una mujer que no ha faltado, en casi 30 años, a su centro de trabajo en el que se presenta a partir de las 6 de la mañana.

 

 

Formó exitosamente con su esposo a dos hijos y supo combinar su vida laboral con la familiar, y todavía más, se dio tiempo para prepararse cursando la carrera de Derecho en la BUAP en el programa de universidad abierta.

 

 

Con su promedio y capacidad incluso ganó una beca y sumó el reconocimiento de la institución.

 

 

Como trabajadora sindicalizada se involucró en algunas responsabilidades, ganándose la confianza de sus compañeros.

 

 

Un día, ante un proceso de sucesión en la organización sindical, su compromiso y el reconocimiento de sus compañeros, comenzó a trabajar su candidatura para convertirse en la nueva secretaria.

 

 

¡Oh decepción!, “desde el centro” recibió una llamada del máximo jerarca de su gremio que claramente le dijo:

 

 

—Esto no es asunto para las viejas, súmate o retírate; a los sindicatos no pueden llegar las viejas, es asunto entre hombres.

 

 

La batalla la puede dar con estricto apego a la ley, sin embargo acto seguido la mujer de nuestra historia fue cuestionada por los incondicionales de la cúpula de su organización que, palabras más palabras menos, le “recordaron”:

 

 

—Los machos no necesitamos viejas para que nos defiendan, tú sigue con tus libros y cálmate porque a nosotros nos sobran pantalones para decidir y hacer.

 

 

Tristemente este tipo de casos se replica en muchos sectores, y no sólo en la vida sindical.

 

 

¡Qué pena tanta pobreza!

 

 

Pero hay que tener presente que a los machos somos nosotras las que los hacemos, y luego los sufrimos.

 

 

Hoy no es ni el día de la mujer ni de la madre, pero cada uno de los 365 días del año hay que recordar que estamos y sin arrebatarles la última palabra, con nuestros hechos tenemos que seguir en el frente de batalla sin tregua, sin enfrentamientos, sólo con la capacidad que se demuestra en cada acto de nuestras vidas.

 

 

Un abrazo a esta esforzada mujer, y amiga.

 

 

Tú lucha no ha terminado y la lucha no se da ni con insultos ni con empujones.

 

 

Sigamos escuchando radio.

 

 

 

 

 

 

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