Saturday, 20 de April de 2024


No se descarta Chedraui Budib para diputación federal




Escrito por  Gabriel Sánchez Andraca
foto autor
JOSÉ CHEDRAUI, DIPUTADO LOCAL, SE APUNTA como aspirante a una diputación federal por Puebla. Lo dijo ayer en una rueda de prensa en la que estuvieron diversas organizaciones sociales que solicitaron su intervención en problemas que confrontan.

Dijo que si su partido le propone una candidatura para ser diputado federal, con gusto aceptaría, pero que por el momento es necesario trabajar por la unidad, que es lo más importante.

 

 

Él no está trabajando para ser candidato a diputado federal, pero si su partido, el PRI, considera que podría serlo, no se negaría, siempre y cuando prevaleciera la unidad.

 

 

Tampoco busca la presidencia del comité estatal. Considera que el Revolucionario Institucional tiene militantes capaces, con experiencia para asumir una responsabilidad de tal envergadura y que seguramente encontrará a la persona adecuada.

 

 

En esto de las candidaturas priistas a las diputaciones federales que habrán de decidirse el año próximo, ya se mencionan nombres como los del ex rector de la BUAP, Enrique Agüera; el del director del Icadep, Instituto de Capacitación Política del PRI a nivel nacional, Guillermo Deloya Cobián; el de Jaime Alcántara Silva, que actualmente ocupa un cargo federal; el de Juan Pablo Piña Kurzeyn, que estuvo en el departamento jurídico del actual gobierno estatal; el de Saúl Coronel Aguirre, que acaba de terminar exitosamente su trabajo en Tabasco como delegado nacional de la CNC; a Óscar Aguilar González, que sacó adelante sin problemas la renovación de la dirigencia priista en Baja California, y así por el estilo. No hay que olvidar que en las elecciones próximas los candidatos hombres, de cualquier partido, deberán ir a la par con candidatas mujeres. Ya le contaremos algo de eso en los próximos días.

 

 

ECONOMISTAS AMIGOS NUESTROS, CON quienes platicamos sobre la “reforma profunda del campo” que propone llevar a cabo el gobierno de Enrique Peña Nieto, dudan que resulte realmente benéfica para los campesinos.

 

 

Desde hace más de un cuarto de siglo hubo un cambio dramático en la política de los gobiernos priistas hacia los productores agropecuarios.

 

 

Los gobiernos tecnocráticos priistas, de Carlos Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo Ponce de León y luego los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, acataron ciegamente las disposiciones que al respecto les dictaron los Estados Unidos y Canadá, en relación a las políticas agropecuarias de México para firmar y luego sostener el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que está vigente desde hace un cuarto de siglo.

 

 

Dejó de ser prioritaria, como lo fue durante varios decenios, la atención al campo, a la producción agropecuaria nacional, coincidieron. Con el pretexto de que los campesinos mexicanos producían mucho menos maíz y frijol por hectárea que los estadounidenses y canadienses, en México ya no se apoyaría a los productores de esos granos básicos y a cambio, vendería hortalizas y verduras y algunas frutas a los vecinos del norte. Nosotros compraríamos maíz y frijol a ellos.

 

 

El resultado fue realmente catastrófico: miles de campesinos cayeron en la pobreza extrema y millones tuvieron que emigrar hacia los países del norte para trabajar en los ranchos de esos países como peones, mal pagados y mal tratados en los Estados Unidos, y en muchas mejores condiciones en Canadá, abandonando sus tierras y provocando el abandono de muchos pueblos, como los de la Mixteca poblana que quedaron sin jóvenes, sin hombres maduros y sólo con mujeres, niños y ancianos. Después emigrarían las mujeres.

 

 

Desde entonces y tal vez pensando que con la emigración de campesinos hacia dichos países se resolvía el problema de la pobreza, la política agropecuaria de los diversos gobiernos no ha cambiado.

 

 

Ahora somos un país importador de maíz, frijol, arroz, trigo, soya, pollo, huevo, fertilizantes, semillas mejoradas (o desmejoradas, según se vea), leche y derivados. Somos un país que ha perdido lo que se llama soberanía alimentaria, es decir, no producimos ni lo que comemos y estamos expuestos a que quienes nos venden alimentos, aumenten el precio en cualquier momento o simplemente dejen de vendernos.

 

 

También a que ellos cuando quieran, digan que nuestro aguacate está plagado, que para la pesca del atún en nuestro país se maltrata a los delfines o que las fresas están infectadas, para que suspendan sus compras.

 

 

A los campesinos nacionales, no se diga a los minifundistas que son los más, sino a los productores norteños que cuentan con riego, que utilizan maquinaria y abonos químicos y semillas mejoradas, etcétera, se les elevaron los costos de producción por el aumento de los combustibles, de los abonos que no producimos y se tienen que importar, de las semillas que también se importan y en general de todos los insumos.

 

 

Esto se agrava porque el gobierno no interviene en el control de precios, acuérdese que en el neoliberalismo la que rige es la ley de la oferta y la demanda, tampoco tiene instituciones, como antes, dedicadas a producir abonos y a seleccionar semillas, ni siquiera para financiar con créditos blandos a los pequeños y medianos productores. Nada.

 

 

Según el proyecto de Peña Nieto, esto va a cambiar, pero a nuestros amigos economistas no los convence el hecho de que cuando el tal cambio se dice que ya está en marcha, vengan los secretarios del ramo agropecuario de Estados Unidos y Canadá a México, para reunirse con su homólogo y que digan que el Tratado de Libre Comercio ha sido una maravilla, que ha logrado la mejoría del campo y los campesinos y que vamos por el camino correcto: derechito hacia donde usted se imagina, a la… barranca, el despeñadero.

 

 

Aquí en Puebla la convocatoria a los productores agropecuarios para que participen en esta reforma, los ha entusiasmado al grado de que según informó el delegado de la Sagarpa, el ingeniero Alberto Jiménez Merino, han presentado más propuestas que en cualquier otra parte de la República.

 

 

Se llevaron a cabo 56 mesas de trabajo en los ocho distritos agropecuarios en los que está dividida la entidad, y tomaron parte 2 mil 600 ponentes. El resultado realmente ha sido magnífico.

 

 

Pero ahora falta que les hagan caso. El mismo ingeniero Jiménez Merino manifestó que esta es la oportunidad de cambiar las leyes y reglamentos que rigen las dependencias relacionadas con el campo, para acabar con el burocratismo, para agilizar el trabajo y simplificar trámites, que alienten, en vez de desalentar a los campesinos, y que los apoyos fluyan con la oportunidad necesaria para elevar la productividad.

 

 

Pero para eso, en opinión de cinco economistas con quienes platicamos sobre el asunto, se hace necesario, indispensable, abandonar el modelo neoliberal en lo que se refiere al campo.

 

 

Si eso no se hace, no hay manera de cambiar las cosas. Al neoliberalismo no le importan los minifundistas, los pequeños o medianos productores, los pequeños granjeros, las granjas de traspatio y eso es precisamente lo que necesitamos porque la inmensa mayoría de nuestros campesinos y ganaderos, son pequeños y medianos productores.

 

 

Jiménez Merino es un técnico especializado en la pequeña y mediana agricultura que es la que prevalece en nuestros pueblos, es decir, es un técnico y un funcionario, realista, y esa es una gran ventaja para Puebla.

 

 

La “profunda reforma al campo”, de la que habló el presidente, ya está en marcha en su primera etapa. Ojalá y permita avanzar en ese terreno, que es prioritario para salir del hoyo económico, político y social, en el que hemos caído.

 

 

NOTAS BREVES: Mañana, en rueda de prensa, la presidenta de la Asociación de Periodistas y Escritoras de México sección Puebla, Eva Virginia Castillo Palma y el titular de Relaciones Públicas de la empresa Cuauhtémoc Moctezuma, Enrique Serrazzo, darán a conocer la convocatoria para el Certamen de Periodismo que la mencionada empresa patrocina. Estarán presentes también los periodistas Gerardo Galarza, Joel Hernández y Enrique Muñoz y el fotógrafo de prensa Federico Gama… La situación económica del país, no anda bien. Contra lo que dicen las autoridades hacendarias, la gravedad del problema se siente en el bolsillo de los mexicanos y se refleja en las ventas del comercio local. Y todos, compradores y comerciantes, se quejan de la baja en sus ingresos, de la carestía y de las bajas ventas… La irritación social que se percibe en todas partes, se debe a la mala situación de la economía. Después de la elección de Enrique Peña Nieto como presidente de la República, la gente esperaba dos milagros: que terminara con la inseguridad y que mejorara la economía. Pero los milagros en política no existen. El gobierno está trabajando duro, eso se nota y si los avances no se perciben, es porque la situación en la que dejaron al país, los tecnócratas priistas primero y los dos gobiernos panistas después, fue realmente desastrosa. Lo que pasa es que el actual gobierno federal no se ha decidido a hablar sobre el estado y desbarajuste administrativo en que encontró al país. En el pecado lleva la penitencia. Por no hablar claro, tiene que cargar con la culpa. 

 

 

 

 

Valora este artículo
(0 votos)
comments powered by Disqus