Friday, 29 de March de 2024


La Secretaría de Transportes, la primera dependencia en desaparecer por el recorte




Escrito por  Arturo Rueda
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La Secretaría de Transportes, o lo que quede de sus funciones, será adherida a Infraestructura, de Cabalán Macari, como una subsecretaría, lo que de entrada haría imposible la permanencia de Huerta Couttolenc. Se ve difícil que aceptara una degradación, es decir, pasar de secretario a subsecretario. Así que lo más seguro es que Bernardo sea reacomodado en otra área, o se regrese a sus actividades empresariales. Apuesto por la segunda, una vez que a nadie le gusta que desaparezcan su secretaría, por más crisis económica que haya

A partir del desplome de los precios petroleros, las finanzas públicas mexicanas son un rosario de desgracias cuya primera materialización es el recorte al gasto federal por 124 mil millones de pesos anunciado el viernes por Hacienda. Pero las entidades federativas no son ajenas al boquete financiero, y aunque a principios de año todavía había cálculos más o menos optimistas, la realidad sombría termina por imponerse. La tormenta financiera perfecta ocurre primero con que la mezcla mexicana, a lo largo de enero, ni siquiera promedió los 40 dólares —el cálculo del PEF 2015 partía de 79 dólares— a lo que le sigue que el crecimiento económico, según los cálculos más realistas, será de 2.5 por ciento y no de 3.7, lo que provoca una menor recaudación de impuestos. Los estados ya se preparan para recibir, en año electoral, la peor noticia posible: el derrumbe de la recaudación federal participable. En otras palabras, las entidades recibirán menos dinero por el petróleo, y menos dinero de participaciones.

 

 

El apriete del cinturón varía de entidad a entidad. En el caso de Puebla, las estimaciones iniciales eran de un boquete de 3 mil 600 millones de pesos, mil 500 provenientes de la baja en el precio de la mezcla mexicana y otros 2 mil 10 en caída de participaciones. Y eso que desde la SFA consideran que se pondrá en marcha el Fondo de Estabilización Petrolera, que paliará con mil 700 millones. Y aunque en el gobierno estatal no quieren hacer mucho escándalo para evitar pánico, lo cierto es que ya se trabaja en las medidas de austeridad y reingeniería gubernamental.

 

 

Primera determinación de la reingeniería: la dependencia que desaparecerá es la Secretaría de Transportes de Bernardo Huerta Couttolenc, quizá la que más dolores de cabeza ha provocado a lo largo del sexenio. La victoria jurídica —tardía— en el juicio de amparo interpuesto por académicos e investigadores en contra del trazo original del teleférico no hizo cambiar de planes a Moreno Valle, que ve una dependencia no viable, además de que hay rumores de un deterioro de la relación entre Huerta y el gobernador.

 

 

La Secretaría de Transportes, o lo que quede de sus funciones, será adherida a Infraestructura, de Cabalán Macari, como una subsecretaría, lo que de entrada haría imposible la permanencia de Huerta Couttolenc. Se ve difícil que aceptara una degradación, es decir, pasar de secretario a subsecretario. Así que lo más seguro es que Bernardo sea reacomodado en otra área, o se regrese a sus actividades empresariales. Apuesto por la segunda, una vez que a nadie le gusta que desaparezcan su secretaría, por más crisis económica que haya.

 

 

¿La desaparición de la ST en verdad está motivada por esa crisis, se trata de un efecto colateral del enfriamiento de la relación entre el titular de la dependencia y el gobernador, o existe alguna otra razón de fondo?

 

 

Para nadie es un secreto que en la ST descansaron algunos de los proyectos más polémicos de la primera mitad del sexenio: La Ruedota de la Fortuna, el fracaso de la primera línea de RUTA, el frustrado primer teleférico y la oscura concesión a la firma APPYP. Muchas batallas que se perdieron, y a veces ni siquiera por culpa de Huerta Couttolenc, quien de todas formas, de aquí a que se envíe el decreto de reforma a la Ley Orgánica, todavía tendrá que echar a andar la línea 2 de RUTA y enfrentar a los poderosos concesionarios que se niegan a participar, pero además tampoco desean salir del corredor de la 11 Norte-Sur.

 

 

La dependencia, además, había empezado a ser desmantelada desde que se le quitó la supervisión del servicio público del transporte para depositarla en la Controlaría estatal y el Instituto del Transporte, pues aunque mantuvo la función normativa, perdió dientes para meter en cintura a los transportistas que se niegan a participar en el proceso de modernización.

 

 

Así pues, a partir de marzo, la Secretaría de Infraestructura absorberá la de Transportes, y el afortunado titular —a falta de definir la permanencia de Cabalán Macari con eso de sus suplencias en dos candidaturas a diputado federal— heredará los muchos conflictos que duermen en el todavía escritorio de Bernardo Huerta.

 

 

Otra dependencia que puede desaparecer en la reingeniería, aunque todavía se encuentra en análisis, es la SDRSOT, confirmando que quedará vacante con la salida de Mario Rincón para ir por la diputación federal por Tepeaca. Sin embargo, la variedad de temas que maneja ese monstruo —producto de una anterior reingeniería— como desarrollo rural, medio ambiente y desarrollo urbano, hacen complejo acomodar sus funciones en otra de las que sobreviva al tijeretazo. Todavía se estudia, pero es casi seguro que permanecerá.

 

 

 

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