Saturday, 27 de April de 2024


Todos te fallamos Karla, no pudimos encontrarte viva, ni a ti ni a tu bebé




Escrito por  Arturo Rueda
foto autor
Nadie nos escuchó, excepto otros poblanos que hicieron lo que estaba a su alcance, postear tu foto en redes sociales

Nunca conocí en vida a Karla López Albert.

 

 

Ya no lo haré. Ni a ella ni al bebé que gestaba en su vientre.

 

 

Como la mayoría de los poblanos, me enteré de su desaparición por las redes sociales. Multitud de sus amigos en común postearon su foto en Twiter y Facebook para pedir datos que ayudaran a su localización.

 

 

En CAMBIO nos sumamos al esfuerzo publicando una nota acerca del esfuerzo de los tuiteros poblanos para encontrarla.

 

 

Los papás de Karla nos contactaron a través de su abogada Marisol Montes, exasperados ante el tortuguismo de la Procuraduría General de Justicia. Habían presentado la constancia de hechos desde el viernes 31 a las 7 de la noche. Cinco días después, apenas empezaban a girar oficios a otras procuradurías.

 

 

Ni siquiera habían reportado el vehículo, propiedad del padre, en el que Karla había ido al encuentro del papá de su hijo para, ante la negativa de asumir la paternidad, la apoyara con un seguro de gastos médicos para el parto.

 

 

Tenía cinco meses de gestación. Los papás no se enteraron hasta la desaparición. Solamente lo sabían las amigas más cercanas.

 

 

Ellas los enteraron y aportaron elementos de prueba, para hacerles saber de las amenazas y la violencia psicológica que su pareja, Manuel Forcelledo Nader, ejerció sobre ella para obligarla a abortar al hijo del que no deseaba hacerse cargo.
Karla López Albert se negó. Defendió a su hijo hasta al final. Quizá esa haya sido la causa de su muerte en un oscuro paraje de la delegación Tláhuac en el Distrito Federal, donde fue encontrada en calidad de desconocida. Golpeada, asfixiada y con su hijo al que tanto amó, fuera de su vientre.

 

 

Desde el viernes que la familia denunció, aportaron todos los elementos que señalaban a su novio. Pidieron que fuera llamado a comparecer. Nadie les hizo caso.

 

 

El miércoles 5 de febrero el fiscal metropolitano José Carlos Proal se reunió con el papá de Karla, Carlos López, y con su abogada. También estaba presente el director de Averiguaciones Previas, Jaime Huerta.

 

 

Con la clásica parsimonia de los burócratas, les aseguró que todo estaba bajo control.

 

 

Que la PGJ estaba haciendo lo humanamente posible e imposible por ubicar a Karla y a su hijo. Que todos los medios tecnológicos estaban siendo analizados, los oficios girados, y que tenían una estrategia brillante para, algún día, llamar a comparecer a Manuel Forcelledo Nader.

 

 

Los brillantes funcionarios de la PGJ no sabían que tres días antes de su parsimonioso discurso, la PGJ del DF ya había encontrado el cadáver de Karla con su hijo expulsado del vientre.

 

 

¡Brillante colaboración!

 

 

El padre de Karla López y su abogada abandonaron el modernísimo edificio de la PGJ que costó más de 300 millones de pesos con la certeza de que las autoridades poco hacían por su hija.

 

 

El caso ya había llamado la atención de Laura Bozzo en Televisa, de Rocío Sánchez Azuara en TV Azteca y de Juan Carlos Valerio en Azteca Puebla, entre otros medios poblanos.

 

 

Esa misma noche los entrevisté con su dolor a cuestas.

 

 

Los minutos contaban: el objetivo siempre fue encontrar con vida a Karla y a su hijo.

 

 

Este viernes por la mañana, ocho días después de la desaparición, la PGJ de Puebla por fin decidió llamar a comparecer a Manuel Forcelledo Nader ante el alud de pruebas que lo señalaban.

 

 

Probablemente a esta hora ya esté prófugo. Tuvo más de 192 horas para escapar.

 

 

El procurador Víctor Carrancá y todos sus subordinados se las regalaron.

 

 

Al filo del mediodía, el Servicio Forense de la Procuraduría del DF se comunicó con los padres de Karla López para anunciarles que tenían un cadáver que respondía a las características de su hija. Que tenía identificaciones.

 

 

Ni siquiera la Procuraduría poblana fue quien la ubicó.

 

 

No imagino el dolor de los padres.No imagino su ira y su impotencia cuando, tres días antes, habían pedido el apoyo del gobernador Rafael Moreno Valle para apurar la investigación.

 

 

Quizá Karla y su hijo pudieron haber sobrevivido.

 

 

Quizá si la PGJ hubiera actuado con diligencia, llamando a comparecer a Manuel Forcelledo Nader con todos los elementos que lo señalaban.

 

 

¡Qué día tan triste!

 

 

Todos te fallamos Karla.

 

 

No pudimos encontrarte viva. Ni a ti ni a tu bebé.

 

 

Los medios de comunicación no pudimos presionar a las autoridades a que aceleraran tu búsqueda.

 

 

Tus amigos y padres que se lanzaron a encontrarte con todos los elementos a su alcance.

 

 

Nadie nos escuchó, excepto otros poblanos que hicieron lo que estaba a su alcance, postear tu foto en redes sociales.

 

 

Que nadie diga después que en Puebla no hay impunidad.

 

 

Que Puebla es otra, una ciudad segura.

 

 

Que carguen la muerte de Karla y su bebé sobre su conciencia.

 

 

 

 

 

 

 

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