Wednesday, 24 de April de 2024


Los dos coscorrones del CEN tricolor a Blanca por descartarse




Escrito por  Arturo Rueda
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El enojo del CEN, palpable en las expresiones de Guillermo Deloya o de Angélica Araujo, no proviene de la negativa a competir en 2016. Negativa, por cierto, totalmente legítima. El problema, como siempre lo es con Blanca, es su doble juego. Su oblicuidad. Aunque su autodescarte fue mediático, no parece que también lo haya sido político. O por lo menos, no se lo informó ni a César Camacho, ni a la yucateca

A Blanca Alcalá le puede pasar lo que al perro de las dos tortas: por hacerle el fuchi al 2016, también el 2018 le puede quedar lejos. Con dos mensajes duros y directos, el CEN tricolor reprendió al autodescarte que hizo la senadora en una entrevista con el diario Síntesis. Primero fue Guillermo Deloya, quien en su condición del poblano más cercano a César Camacho, llamó a los priIstas a no hacerse bolas porque “Blanca es la mejor para 2016”. El mensaje, que a cualquier otro hubiera llenado de alegría, a la senadora Alcalá le cayó como patada de mula. En vez de festejar el apoyo de su compañero, guardó un ominoso silencio.

 

 

El segundo mensaje llega con la entrevista exclusiva que la senadora Angélica Araujo le da a CAMBIO: a fuerza ni los zapatos entran, dice la delegada del CEN, en abierta referencia a la senadora poblana y su autodescarte que no causa desvelo porque, según la misma delegada, ya hay tres priistas poblanos que alzaron la mano para contender en 2016. Esto es, no le hacen el fuchi a la minigubernatura. Mejor mandar en Casa Puebla 1.8 años que ni un solo día. Es la lógico de casi todos, excepto para Blanca, quien se considera gallina de muchos espolones para gobernar tan poco tiempo.

 

 

Raro entre los militantes del partidazo, la yucateca es extremadamente clara en el perfil del candidato en 2016. Lo primero es querer ser candidat@. No escurrir el bulto. No disimular ni hacer fuchis. No descartarse hasta de plano ser obligado a competir. “Ningún partido político debería obligar, por muy buen posicionamiento, a participar a sus militantes. Desde mi experiencia personal, nada ayuda más a ganar que el convencimiento de ganar, de verdad, si tu candidato no está convencido, esperanzado y no es capaz de sentir ese amor por ganar, poco va a poder convencer a los militantes y a su electorado”.

 

 

¿Quiénes son esos tres priistas que ya alzaron la mano para competir en 2016?

 

 

La delegada no reveló sus nombres en la entrevista para CAMBIO.

 

 

El enojo del CEN, palpable en las expresiones de Guillermo Deloya o de Angélica Araujo, no proviene de la negativa a competir en 2016. Negativa, por cierto, totalmente legítima. El problema, como siempre lo es con Blanca, es su doble juego. Su oblicuidad. Aunque su autodescarte fue mediático, no parece que también lo haya sido político. O por lo menos, no se lo informó ni a César Camacho, ni a la yucateca, pese a que todos los días se la encuentra en el Senado de la República.

 

 

Así lo dijo Araujo: “yo no lo he escuchado de ella, que manifieste que no quiere ser tomada en cuenta para las siguientes elecciones tanto en el 2016 como en el 2018. Pero también en un momento dado si las hiciera y las diera es muy respetable. Para el partido y para mí como delegada son muy importantes las elecciones del 15, del 16 y también las del 18”.

 

 

O sea, Blanca quiere la mini, pero no la quiere. En el CEN no saben cómo codificar sus mensajes y sus contradicciones. Cualquier político gana credibilidad cuando otorga certezas, pero ella no las da. Y de continuar en esa lógica, pese a su posicionamiento envidiable, Blanca va a hartar a la elite tricolor. La deserción, en cualquier ejército, es severamente castigada.

 

 

En un par de semanas, Alcalá se llevó dos coscorrones. ¿Cuántos más necesita para entender que va o va en el 2016?

 

 

**** El ridículo noticioso de la década.La sacerdotisa de la izquierda mexicana, Carmen Aristegui, protagoniza el ridículo noticioso de la década. Después de armar tremendo jaleo al destapar una supuesta red de trata en el PRI-DF, todo el asunto se derrumbó una vez que la supuesta reclutadora de muchachas para Cuauhtémoc Gutiérrez aceptó en su declaración ante el MP que todo se trató de un montaje por el que le pagaron 30 mil pesos. Vaya, hasta disculpas acabó pidiéndole al grotesco personaje.

 

 

El descrédito de Aristegui, que sus fans chairos se niegan a admitir, fue resultado del trabajo periodístico de su competidor matutino en la radio del DF, Ciro Gómez Leyva, quien no sólo le arrebató la poca credibilidad, sino el liderazgo en el raiting mañanero del DF.

 

 

¡Pobre Carmen, que Laura Bozzo la redima!

 

 

 

 

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