Pasmados de asombro, encandilados por el morbo, los mexicanos aplauden rabiosamente para que el show panista continúe. Las emociones fuertes no han hecho más que comenzar y los actores prometen que en los cinco días restantes todavía habrá más. Gustavo Madero dejó de ser la principal figura de la campaña reeleccionista y el equipo corderista concentró todo su fuego en el gobernador Moreno Valle, el único pilar que sostiene el proyecto. La escalada de agresiones tocó ayer su punto más alto cuando José Luis Luege Tamargo, en un mitin en el Estado de México, anunció que solicitarán la expulsión del poblano si se comprueba el desvío de recursos públicos en favor de Gustavo Madero.

Ayer fue un día de golpe a golpe. Tras el anuncio de la presentación de la denuncia penal en la FEPADE contra el gobernador poblano, muchos dudaron si en verdad el equipo corderista se atrevería a presentarla. Pues sí: Anatere Aranda y Fraile, al grito de ¡viejos los cerros y reverdecen!, se apersonaron en el Congreso poblano para mostrar copia del escrito. De las tres fojas que enseñaron a los reporteros, no se observa algún elemento contundente. El documento se centra en la reciente presencia de Moreno Valle en Tlaxcala a bordo de su Agusta negro. La denuncia tiene las fotografías presentadas por varios medios. Se ignora si hay algo más sustancioso.

Tan importante es la denuncia penal como el desafío. Ya se sabe que ese tipo de cosas a veces son incontrolables. Quien lo dude que le pregunte a Gabriel González Molina, ex asesor que fue encontrado culpable y sentenciado a un año de prisión. Se trata además de una mancha que Moreno Valle nunca había tenido en su larga carrera política. Al final, pase lo que pase, la querella seguirá su curso y quién sabe para qué pueda ser utilizada en algunos años.

Por ello, y por el desafío, el morenovallismo reaccionó con violencia crucificando a Francisco Fraile por un supuesto daño patrimonial al IMSS del que nadie ha presentado pruebas. La investigación es real, pero polvo de viejos lodos, de cuando Manuel Beristáin escapó prófugo. Pero el régimen, a través de su vocería quintacolumnista, revivió el tema sin aportar un documento. El absurdo es que Blanca Jiménez, Jorge Aguilar Chedraui y Patricia Leal presentaron una denuncia penal en la PGR… sin pruebas y solamente con una columna periodística como elemento de sustento. De risa loca.

El amedrentamiento sicario a Paco Fraile desveló el temor del régimen a la rebelión silenciosa que vive el PAN poblano que, en público y a los operadores, juran y perjuran que sí votarán por Madero, pero en su íntima intimidad valoran apostarse por Corder-Oliva como una forma de expresar su ira ante el morenovallismo que una y otra vez los ha engañado con promesas de trabajo.

En efecto: en un gobierno desprovisto de panistas, pues casi todos han sido despedidos de la administración estatal o municipal, de pronto contar con su apoyo se volvió básico. Pero la militancia ya no les cree. El régimen perdió credibilidad: ni en 2010 ni en 2013 le fue bien a los panistas de base. La tercera es la vencida, aunque todavía habrá una cuarta en 2016.

Si los panistas no se vengan ahora, cuándo, es el mensaje con que Fraile, Anatere y Manzanilla animan la revolución panista en Puebla. Destruir la opresión morenovallista, explican, pasa por descarrilar el proyecto reeleccionista de Madero. De no hacerlo, por el contrario, el poblano se volverá más poderoso, podrá imponer candidato en 2016, consolidará el andamiaje presidencialista y podrá apropiarse del partido.

Pero con las pasiones desatadas, los cinco días restantes lucen de infarto. Lo que era un proyecto de expansionismo, ahora es uno de supervivencia. Si los corderistas llegan a la dirigencia nacional del PAN habrá una ofensiva para minar el poder morenovallista. Ofensiva que, claro, no llegará a la expulsión.

Como ahora la batalla es la supervivencia, Moreno Valle está al frente de la operación, personalmente. Es él quien hace llamadas a todos los militantes del padrón, el que vuelve a prometer, el que gestiona becas, calles, apoyos, el que concede todo lo que negó desde 2010 y volvió a negar en 2013. Despreció a los panistas, pero ahora los necesita. Incluso requirió de última hora el concurso de Eduardo Rivera, el abuelo infame, a quien sacaron del ostracismo para organizarle un desayuno a Madero. Tanta es la desesperación y la necesidad.

¿Triunfará la revolución silenciosa que promueven Anatere, el crucificado Fraile y Manzanilla? Quedan pocos días para saberlo. Los dos bandos se van a jugar el resto y nos aseguran que las emociones fuertes no se han acabado. Como dijeran, lo mejor está por venir.