El día 23, el Sol ingresa en el signo de Libra a las 08:21 horas, dando comienzo a una nueva estación: el otoño. Todo se vuelve más amable, justo, armónico, diplomático…
El momento en el que el Sol entra en el signo de la balanza coincide con el llamado equinoccio de otoño y el inicio de esta estación. En esta época, los dos polos de la Tierra se encuentran a igual distancia del Sol, cayendo la luz solar por igual en ambos hemisferios. Además, hoy, el día tiene una duración igual a la de la noche. Es un tiempo para tomarnos la vida con tranquilidad, para recuperar fuerzas…
El 22 de septiembre marca el final del verano, la estación de la plenitud, por lo que, a partir de ahora, los días serán más cortos. La luz comienza su viaje de regreso a la oscuridad. Pero esta fecha es también el inicio de una segunda cosecha para muchos productos de la Tierra. De ahí que desde la Antigüedad se hayan multiplicado los rituales para dar la bienvenida al otoño y atraer una nueva prosperidad. Son prácticas sencillas que añaden algo de magia a nuestras vidas y nos hacen recuperar el sabor de la Naturaleza. La llegada del otoño invita a la reflexión. Por eso, damos la bienvenida a la nueva estación con estos sencillos RITUALES MÁGICOS:
En un lugar tranquilo de nuestra casa extendemos sobre una mesa una tela del color que más nos guste. Colocamos sobre ella un objeto de oro o plata que sea especial para nosotros –un anillo, una pulsera, un colgante-, lo abrazamos en nuestras manos y tratamos de visualizar todo aquello que soñamos conseguir, desde el encuentro con nuestra alma gemela o la reconciliación con un amor del pasado hasta la venta de una casa o la llegada de un nuevo trabajo. Para potenciar el hechizo, escribimos en un papel nuestro sueño y lo guardamos hasta que se cumpla.
Para absorber las malas energías de nuestro hogar, colocamos varios ramilletes de romero o lavanda en las habitaciones y el último día del año los tiramos fuera de casa.
Es el momento mágico del cambio de estación.
Mabon es el nombre de la celebración del equinoccio de otoño utilizado por algunas religiones neopaganas. También conocida como "tiempo de cosecha", o, simplemente, equinoccio otoñal, esta festividad es un ritual para dar gracias por los frutos que la tierra nos ha concedido.
Es tiempo para celebrar y agradecer la generosidad de la tierra (el principio femenino) y la luz y la energía del Sol (el principio masculino).
Poco a poco, la Naturaleza se prepara para el invierno que se acerca y comienzan a caer las hojas. Es un tiempo de descanso y recogimiento. Como las hojas que caen, los árboles nos invitan a desprendernos de todo aquello que no necesitamos para avanzar. Nos acercamos a la etapa de la muerte para volver, de nuevo, a renacer.