“El bomberazo” del Gobierno del Estado implementado para entregar de forma masiva los últimos 5 mil boletos para el partido del Puebla FC contra Boca Juniors, terminó en rechiflas por parte de cerca de dos mil aficionados que no sólo se quedaron sin entradas, pese a hacer fila desde la madrugada, sino que además fueron desalojados por los granaderos de las inmediaciones del Estadio Zaragoza.

La afición que ansiosamente clamaba por boletos a un día de la reinauguración del Cuauhtémoc, no dejó pasar la dinámica anunciada la noche del martes por parte de la administración estatal, la cual los invitaba a acudir al estadio Zaragoza desde las 10 de la mañana del miércoles para recoger dos boletos para el Puebla vs Boca a cambio de cinco talones de partidos del Apertura 2015.

Desde las 11 de la noche del martes, decenas de aficionados acudieron al estadio ubicado en la zona de los Fuertes para pernoctar y ser los primeros en recibir un boleto que les permitiera acudir al ansiado partido, esto luego de la opacidad con la que fueron repartidas las entradas por parte del gobierno, pues solamente algunas estaciones de radio pudieron entregar apenas unos cientos de boletos, al igual que en las dinámicas en redes sociales.

En las primeras horas de este miércoles, la fila de aficionados ya llegaba hasta las calles del Barrio de Xanenetla y conforme transcurrían las horas, la gente en espera llegaría hasta el Bulevar 5 de Mayo.

Minutos después de las 10 de la mañana, las puertas del estadio fueron abiertas y acordonadas de inmediato por policías estatales, quienes fueron los que controlaron el paso de las personas al inmueble para canjear sus viejos tickets por dos boletos para el partido estelar entre La Franja y Boca, sin embargo, algunos aficionados que esperaban poder acceder a un boleto sin llevar los viejos talones, comenzaron a ser separados de la fila.

Aficionados estallan cuando se acabaron los boletos

Al filo del mediodía, el cuerpo de granaderos comenzó con la instalación de las vallas de seguridad, pues a dos horas de haber iniciado el reparto, los boletos ya estaban por acabarse, por lo que media hora más tarde el rumor se confirmó y sin previo aviso cerraron la puerta del estadio y comenzaron a replegar a los aficionados que ya estaban en la puerta esperando a poder canjear sus boletos.

El fin de la entrega causó molestia en los aficionados y de inmediato comenzaron las rechiflas al clásico estilo futbolero de “culeeero”, mientras comenzaban a alejarse de la puerta incentivados por los escudos de los casi cincuenta granaderos que cercaron el estadio hasta que la enardecida multitud se marchara.

Los revendedores  hacen su “agosto”

Los cuchicheos de “boletos, boletos, ¿te sobran boletos?” comenzaron a escucharse en los alrededores del Zaragoza, y es que algunas personas que sí habían logrado conseguir un boleto mediante la dinámica del gobierno o incluso aquellos que desde días antes ofrecían las entradas a través de Facebook, aparecieron para aprovechar la desesperación de los aficionados.

Con precios que iban desde los 250 pesos y que en algunos casos llegaban a los 500, los revendedores lograron atrapar a los aficonados y familias que de forma desesperada buscaban un boleto para el partido, cuyo principal atractivo fue conocer los cambios que dejó la inversión de 733 millones de pesos y ver a La Franja enfrentarse al campeón de Copa y Liga de Argentina, el club Boca Juniors.