Hacia el 2018 avizora dos riesgos: que México siga padeciendo a un PRI corrupto y corruptor y que surja un líder mesiánico y populista.
"Cuando hay un profundo hartazgo ciudadano como el que hoy estamos viviendo en nuestro País, lo que ha venido ocurriendo en muchas otras partes del mundo es que emergen líderes populistas con discursos mesiánicos y que, en muchos casos, después llevan a sus naciones literalmente a la quiebra.
Fuente: Reforma