Ante el reingreso de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, al penal federal Altiplano, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, realizó un recorrido para supervisar los esquemas y protocolos de seguridad en el mismo.
Durante el recorrido se supervisaron los filtros de acceso al Centro Federal de Readaptación Social (Ceferso) número 1, Altiplano, ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México.
La Comisión Nacional de Seguridad (CNS) informó que en la visita también se revisó la operación de los mecanismos de esclusas, el funcionamiento de las cámaras, la seguridad perimetral, las condiciones de monitoreo en los centros de mando y en general las condiciones de internamiento de la población penitenciaria.
Acompañaron a Sales Heredia los titulares del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS), Eduardo Guerrero Durán; de la Policía Federal, Enrique Galindo, y del Servicio de Protección Federal, Alfonso Ramón Bagur.
El organismo indicó que desde hace seis meses se iniciaron trabajos para las mejoras en las condiciones de seguridad del penal, de donde se fugó Guzmán Loera la noche del 11 de julio de 2015.
Hoy, las condiciones del penal cumplen plenamente con protocolos internacionales en la materia”, afirmó el organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob), en un comunicado.
Se detalló que el recorrido de supervisión tuvo una duración de cuatro horas, periodo en el que se supervisaron los mecanismos de control y seguridad, tanto del personal como de la población penitenciaria, y los mecanismos de actuación.
“En seguimiento a la reaprehensión e ingreso de Joaquín Archibaldo Guzmán Loera a este centro penitenciario, el Comisionado Nacional estableció un riguroso esquema de supervisión bajo su mando para verificar el cumplimiento de los protocolos ordenados para el acceso de personal y de visitas.
“Además la implementación de las medidas necesarias para reforzar la seguridad dentro del penal asegurándose que cumplan con los estándares internacionales”, se indicó.
Entre otras acciones, se actualizó la tecnología en el ingreso del personal que labora en el Cefereso Altiplano, así como para el control y registro de las visitas y de la misma población penitenciaria.
Tras el escape de Guzmán Loera, las investigaciones establecieron que diversos mecanismos de seguridad no estaban operando al 100 por ciento, como los sistemas de registro de voz y audio en las zonas de celdas y locutorios.
Tampoco operaban los sensores de movimiento instalados en la zona perimetral de Alomoya, así como la red del circuito cerrado de televisión, que no operaban en algunas zonas del penal.
Tras su segunda reaprehensión en Los Mochis, Sinaloa, el pasado viernes 8 de enero, “El Chapo” Guzmán reingresó al Cefereso 1, penal al que fue internado el 22 de febrero de 2014, luego de que fue capturado en Mazatlán, Sinaloa, en esa fecha.
Fuente: Excélsior