Friday, 19 de April de 2024

Martes, 10 Noviembre 2015 02:39

Condena




Written by  Irma Sánchez

Cómo iniciar de buenas una semana cuando se entera uno de que le vamos a pagar una pensión vitalicia de 258 mil 679 pesos a 2 ministros de la Suprema Corte de Justicia en tributo a su “esmerado trabajo” de 20 años, por el que también les pagó la nación mensualmente un monto que muchos mexicanos no alcanzan con todo su trabajo de un año.


Pero además quienes deciden, determinaron darles un adicional mensual de 130 mil pesos como ayuda para sus alimentos.

 

Es decir, los señores se van a descanar con una mensualidad de 388 mil 679 pesos.

 

Estos números desencadenaron enojo, rebeldía, rechazo y condena en toda la población tanto la económicamente activa como entre aquellos que ven pasar las quincenas y no encuentran una oportunidad en el mercado laboral.

 

¿Por qué insistir en este tipo de privilegios en un país en el que día con día sumamos más pobres?

 

La decisión de mandar a descansar a los ministros con estos privilegios se considera un insulto, una ofensa y hasta una provocación a la “paz social” en la que todavía se desenvuelve la vida en la totalidad del territorio.

 

Se reconoce el trabajo, el esmero, el estudio, el estrés, las presiones con las que trabajaron en algunos casos, en determinadas épocas, pero no se justifica la magnitud de esta partida.

 

Porque igualmente con características de desgaste, de terrorismo, de estrés enfrentan los retos de su trabajo día con día millones de mexicanos que cuando llegan a la etapa de su jubilación se van enfermos a acrecentar las estadísticas de la pobreza, porque sus pensiones no alcanzan siquiera el monto del total de su salario recibido en activo.

 

Y todavía con bajas temperaturas, con lluvia, cargando sus males, su deterioro físico, tienen que ir a pasar lista de supervivencia ante las instituciones que los jubilaron.

 

Se trata de una decisión que logra asestar un gancho al hígado, un atropello a la población que sale adelante sólo a través del autoempleo y la economía informal y que ni con un salario mínimo podrá irse a descansar a su vejez pese a sus esfuerzos en el marco de un país que lamentablemente sólo ha privilegiado a los que más tienen.

 

¿Qué pasa?

 

Incluso de acuerdo al tabulador de la presidencia de la República, el presidente Enrique Peña Nieto gana menos, 193 mil pesos mensuales y con mayores responsabilidades.

 

 

 

 

 

 

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