Ángel de Jesús Carrasco López se formó un par de años en el Seminario Mayor de Tehuacán. Buscó en su etapa de adolescente ser sacerdote, y siempre ha profanado su amor a Dios, por lo que sus amigos y sus padres están incrédulos que hoy esté recluido en el penal de San Miguel, acusado de ser uno de los secuestradores y homicidas de la estudiante de la BUAP, Isarve Cano Vargas.

Lo califican como un “chavo normal”, incapaz de planear y ejecutar un acto criminal como el que se le acusa y por el que se le podría condenar hasta 40 años de prisión de comprobarse su participación.

“Él tiene una mentalidad noble para que esté en esto”, refiere su padre, el político panista Ángel Carrasco Rivera en una entrevista con medios de la región en la mañana de este viernes en un café cerca de la Catedral en donde se llevó a cabo la misa en honor a la víctima.

Carrasco López de 21 años de edad, estudiante de Estomatología “aún pedía permiso a su mamá para salir”, contaron a éste medio alguno de sus amigos.

Hoy, tanto él como el hermano de su novia Daniela, Jairo Adán Gutiérrez Cabrera también de 21 años de edad y el primo de éste último, Efraín Méndez Cabrera de 28 están procesados por ser los principales sospechosos del plagio y de dar muerte a la también militante del PRI, cuyo cadáver fue encontrado en la mañana de martes -19 de mayo- en Coxcatlán, poco más de un mes de su desaparición que fue el 17 de abril.