Friday, 17 de May de 2024

Jueves, 22 Octubre 2015 01:53

Crónica: una viuda que marcaba al celular de su esposo mientras él era torturado

Elsa García, la esposa de Rey David Copado marcó insistentemente la noche del lunes, una y otra vez al celular de su marido, pero nadie contestó. Insistió hasta que el teléfono dejó de sonar, al igual que el de su cuñado, José Abraham. Ignoraba que justo en ese momento, su esposo y su cuñado, eran torturados cruelmente en la plaza principal de Ajalpan.

  • Elvia Cruz/ @cruz_elvia / Ariadna Díaz/ Tehuacán

La esposa de Rey David Copado Molina marcó insistentemente la noche del lunes 19 de octubre, una y otra vez al celular de su marido, pero nadie contestó. Insistió hasta que el teléfono dejó de sonar, al igual que el de su cuñado, José Abraham. Elsa García González, ahora viuda, ignoraba que justo en ese momento ambos, su esposo y su cuñado, eran torturados cruelmente en la plaza principal de Ajalpan, la población a la que habían llegado por la mañana para levantar encuestas y regresar a Tehuacán, donde se habían hospedado.

 

La viuda de Rey David y madre de dos pequeños gemelos de apenas dos años, ahora huérfanos de padre, llegó la noche del martes a Tehuacán junto con otro de sus cuñados, Felipe, y representantes legales de la empresa Marketing Research & Services para recibir los restos de Rey David y José Abraham. No había mucho que reconocer, sino apenas un amasijo de huesos y ceniza.

 

Nada presagiaba el terror. Según narra la esposa a CAMBIO, los hermanos Rey David y José Abraham salieron del DF la tarde del domingo rumbo a Tehuacán, pues habían sido contratados para levantar encuestas por 4 días en la región de la sierra negra. Todavía, Elsa se comunicó con su marido la mañana del lunes, alrededor de las 10:30 AM, y quedaron de volver a hablar por la noche. Sin saberlo, sería la última vez que hablaría con su marido y padre de sus dos hijos.

 

“Me dijo que habían llegado bien y que iban a empezar a trabajar. Sólo le dije: ‘cuídate, te marqué para verificar que estuvieras bien. Te marco más tarde’”.

 

Sin embargo, Elsa ya no logró comunicarse con él. Le hizo una segunda llamada alrededor de las 18:00 horas y se topó con el buzón. Supuso que no había buena señal en la Sierra Negra de Puebla, sin imaginar que justo en esos momentos, su cónyugue y cuñado José Abraham eran torturados por un grupo de pobladores para declararse culpables de ser “robachicos”.

 

Se durmió con sus dos hijos, unos gemelos de dos años de edad, y fue hasta el día siguiente, martes 20, alrededor de 12:30 cuando sonó su teléfono. Una empleada de la empresa en la que trabajaba su esposo y cuñado —Marketing Research & Services— le notificó de lo que ya se hablaba en la prensa local.

 

“Parece que mataron a tu esposo y a tu cuñado en Puebla”, fue lo primero que le dijeron. De inmediato, se trasladó a las oficinas de la firma desde donde se organizó el viaje al municipio de Tehuacán para reconocer los restos. Elsa fue la encargada de dar la cruda noticia a su suegra.

 

El último contacto que Elsa García González tuvo con su esposo Rey David Copado Molina, uno de los dos hermanos encuestadores linchados y quemados vivos en la plaza pública de Ajalpan, la noche del lunes 19 de octubre, fue alrededor de las 10:30 am del día de los hechos.

 

“La culpa es del gobierno”

 

La viuda cree que el gobierno estatal y municipal no hicieron nada para salvarles la vida a sus familiares. No alcanza entender el porqué el odio vertido por parte de los pobladores hacia los hermanos Copado Molina.

 

“No se vale. Estábamos ahorrando para construir una casa. Pudieron haberlos salvado. El gobierno es responsable porque no puedo creer que no haya hecho nada, pudieron haberlos custodiado y sacarlos del pueblo y no hicieron nada, nadie hizo nada”, dijo entre lágrimas en entrevista telefónica.

 

Elsa, su suegra y cuñado Felipe viajaron en la tarde del martes a Tehuacán, acompañados por representantes legales de Marketing Research & Services que había contratado a los Copado Molina y a otros jóvenes para realizar unas encuestas de mercado en varios municipios de la Sierra Negra, entre ellos Ajalpan.

 

Según lo que le contó Rey David, estarían cuatro días en la región, y sólo el lunes en Ajalpan. Después, estaba programado que se fueran a hacer el mismo trabajo de campo en municipios de Querétaro.

 

Tanto los familiares como los representantes de la encuestadora, arribaron alrededor de las 21:00 horas del martes al Ministerio Público en Tehuacán. Ahí pasaron la noche entre trámites y declaraciones.

 

El miércoles 21 de octubre, alrededor de las 14:30 abandonaron Tehuacán rumbo al Distrito Federal con los restos de Rey David y José Abraham.

 

Elsa dijo a CAMBIO que sólo José será enterrado en Tlalpan, Distrito Federal y su esposo en Lerma, Estado de México, de donde ella es originaria.

 

Exigen una indemnización

 

En breves entrevistas que dieron a medios de Tehuacán el miércoles, los familiares exigieron una indemnización no sólo al gobierno de Rafael Moreno Valle por no haber garantizado la seguridad de los trabajadores, sino a la empresa de marketing para la que trabajaban en ese momento, pues las víctimas no tenían un seguro social ni prestaciones, por ser empleados temporales y prestar sus servicios a varias encuestadoras.

 

En entrevista con Felipe Copado - uno de los hermanos de las víctimas- al salir del Ministerio Público, exigió justicia para sus familiares.

 

“Es difícil. Es un shock emocional muy fuerte, es muy difícil asimilarlo ahorita, el ver los videos de cómo pudieron hacerle todo eso a dos personas que sólo iban a trabajar, que hacían encuestas, que no se dedican a nada de eso (secuestrar como fueron acusados por los campesinos), buscamos que nos dé la cara el gobierno de Puebla”, dijo el joven.

 

“Yo creo que le faltó al presidente, porque él los tenía detenidos. No sé por qué se los dejó a la muchedumbre. Mis cuñados eran gente trabajadora, humilde y honrada que no merecían esto. Nosotros, lo único que pedimos es que esto se esclarezca y se dé con los responsables”, agregó Wilfrido García, cuñado de los jóvenes asesinados.

 

La madre, evitó hacer comentarios a la prensa. Pidió respeto a su duelo.

 

Felipe es el único que ha indagado lo que ocurrió en redes sociales y ha visto algunas de las fotografías y videos que se difundieron.

 

En tanto, la viuda —Elsa— no ha querido verlos, no ha querido enterarse cómo torturaron y quemaron vivo a su esposo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Last modified on Jueves, 22 Octubre 2015 04:03