Paulina Camargo Limón, tiene 19 años de edad y se embarazó hace casi cinco meses de José María Sosa Álvarez, un joven originario de San Andrés Tuxtla, Veracruz, quien estudia Ingeniería Mecánica en la Universidad del Valle de México, campus Puebla.

En un inicio, el joven de 20 años no quiso asumir la responsabilidad de ser padre, y Paulina tampoco se lo exigió. Sin embargo, algo lo hizo cambiar que la buscó hace poco más de una semana para convencerla de  querer estar con ella y con el hijo que esperan.

Ahora, él es uno de los principales sospechosos por la desaparición de Paulina, ya que fue la última persona que la vio en la noche del martes 25 de agosto.

Según la versión que ha dado a los familiares de la víctima y a la Procuraduría General de Justicia (PGJ), la citó a una clínica que se ubica frente Plaza del Sol. Ambos se habían puesto de acuerdo para acudir al médico y verificar que el embarazo de 18 semanas evolucionaba sin contratiempos.

Después, se quedaron platicando sentados en la banqueta hasta las 20:00 horas. Él le ofreció a “Pau” –como le llaman de cariño– seguir la relación y se comprometió casarse con ella para formar una familia, pero, hasta después de concluir la carrera.

El taxi

“Chema”, como se identifica en las redes sociales, y como lo conocen sus amigos, contó a los padres de Paulina que ella se retiró del lugar, Circuito Juan Pablo II esquina con 18 Sur, alrededor de las 20:00 horas en un taxi rumbo a su casa, ubicada en Cholula.

La descripción que ha dado del chofer de la unidad es que, se trata de un hombre robusto, de frente ancha, nariz gruesa, barba completa y cabello color negro.

Las mismas referencias dio ante el Ministerio Público al rendir su declaración ayer en la tarde noche, cuando los familiares de la joven desaparecida acudieron a presentar la denuncia correspondiente.

El primo de la joven desaparecida, Jorge Luis Rojas, dijo en entrevista con CAMBIO que al ver que Pau no llegaba en la noche del martes, los padres citaron a José María Sosa Álvarez a la casa de la abuela para exigirle una explicación, y que diera detalles de lo sucedido.

El veracruzano se mantuvo en su versión que la había enviado en un taxi de regreso, pero que no anotó ni las placas, ni se dio cuenta a qué estación pertenecía, debido a que le hicieron la parada en la calle.

La preocupación de la familia creció cuando marcaron en múltiples ocasiones al teléfono de Pau, y éste mandaba directo a buzón, por lo que dio inicio a una campaña de búsqueda en las redes sociales, en cuyos anuncios se refiere que la joven iba vestida con un mallón colorcafé y un blusón naranja.

La última publicación

El mismo día de su desaparición, Paulina exhibió en su Facebook lo feliz que estaba con sus más de cuatro meses de embarazo.

“El mejor regalo que me pudo dar Diosito es tener la oportunidad de ser mamá (':”, “dolor de piernas, calambres, estreñimiento, antojos, sentimental al cien, colitis, etc... Jaja gajes del oficio”, sus últimos dos mensajes.

Casos paralelos

Un caso similar que consternó a los poblanos fue el de Karla López Albert,quien desapareció con cinco meses de embarazo el 30 de enero  de 2014, y cuyo cadáver fue descubierto el 2 de febrero de ese mismo año, en un paraje de la delegación Tláhuac del Distrito Federal.

La PGJ concluyó que fue el padre del hijo que esperaba, Manuel Forcelledo Nader y tres cómplices más, quienes planearon y ejecutaron su asesinato, como una forma de evitar que el primero asumiera su paternidad.