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Familiares de un militar poblano abatido durante los recientes ataques del crimen organizado en Jalisco en contra de la Fuerza Aérea Mexicana, esperan a que el cuerpo les sea entregado pues hasta el cierre de esta edición la Secretaría de la Defensa Nacional no había enviado los restos a la localidad de San Lorenzo Chiautzingo.
Aunque la familia y los pobladores de la localidad han permanecido herméticos ante posibles represalias por filtrar información, se sabe que las autoridades prometieron entregar el cuerpo a la familia desde la mañana de este miércoles, lo que no sucedió y por ello los deudos han permanecido expectantes ante la poca información que llega a sus manos.
Medios nacionales consultados por CAMBIO dan cuenta de que la cuenta de los decesos por los “narcobloqueos” efectuados el pasado viernes ya suma siete, incluyendo al poblano del que trascendió que en vida respondió al nombre de Diego, además de que existen al menos otros nueve militares y dos agentes federales heridos por los mismos hechos.
De acuerdo con información de Reforma, Monte Alejandro Rubido, comisionado nacional de seguridad, y Enrique Galindo, comisionado general de la Policía federal, confirmaron que el helicóptero Cougar fue derribado y cayó en llamas cuando fueron atacados por un convoy de seis camionetas
Los hechos ocurrieron en el marco del inicio del Operativo Jalisco, cuando la Fuerza Especial del Alto Mando CJNG (Cártel de Jalisco Nueva Generación) repelió la entrada de la milicia en Jalisco, que además de las unidades blindadas, utilizó lanzacohetes RPG-7 y RPG-22 de fabricación rusa, nueve proyectiles y fusiles de asalto.
El militar poblano que viajaba en la aeronave murió cuando dos de los proyectiles los alcanzaron, sumándose a las bajas de civiles y efectivos que han muerto durante la batalla entre el crimen organizado y los cuerpos de seguridad que intentan reinstaurar el orden.