No importa qué coman, la persona que lo padece jamás aceptará un comentario negativo de su alimentación y menos de su salud.
Aunque no lo creas, existe un trastorno que ataca principalmente a las personas obesas, razón por la cual muchas de ellas se niegan a ver que su alimentación es poco saludable y que a la larga, traerá complicaciones en su salud que pueden llegar a ser mortales.
La anorexia y la bulimia son trastornos alimenticios conocidos por todo el mundo; sin embargo, el caso de la megarexia no es tan sonado y no se le ha puesto tanta atención como se merece. La megarexia es, una distorsión del esquema corporal por el que las personas se ven así mismas delgadas y sanas cuando en realidad son obesas.
Este trastorno dismórfico afecta la autoestima y la calidad de vida, quienes lo padecen no son conscientes de ello debido a que gracias al déficit de nutrientes que padecen, su cerebro tiene una alteración bioquímica, justo como sucede con la anorexia y la bulimia.
El término “megarexia” fue creado por el nutricionista Jaime Brugos para definir obesos que se perciben delgados y sanos. Aquellas personas que la padecen tienen pésimos hábitos de alimentación, no hacen ejercicio y se ofenden si alguien trata de hacerles ver la realidad.
Sus dietas no son equilibradas, por lo que tienen un gran déficit de vitaminas y minerales. Otro de los factores evidentes es que sufren sobrepeso, condición que desarrolla apnea, diabetes, presión arterial alta y desde luego, la muerte.
Los megaréxicos creen que lucen excelente frente al espejo, compran ropa grande que los haga sentir delgados, pueden comer cualquier cosa sin culpabilidad y creer que su dieta los hará adelgazar o al menos, mantenerse en un peso “ideal”.
Las llamadas “calorías vacías” se apoderan del cuerpo y la falta de nutrientes puede llevar a una anemia, aunque las personas estén obesas.