Un clásico de nuestros tiempos: Dos chicas regresan de una pachanga donde se echaron “sus copitas de más” y como son responsables toman un taxi. En el camino ambas van cotorreando con el chofer, y al llegar a su destino, se despidieron muy efusivamente y una de ellas grabó un video que subió a Snapchat nomás por divertirse.

Minutos después, la otra chica, que iba en el asiento delantero del taxi, se dio cuenta de que había desaparecido su iPhone.

Cuando vieron el video de Snapchat descubrieron que el taxista (que tenía ojos diabólicos) fue quien aprovechó un momento de distracción y se voló el teléfono de la chica:

Fuente: Sopitas