El karma existe, y a veces es inmediato.
El momento en que una mujer se defiende de un acosador se popularizó con rapidez e incluso polarizó a usuarios de redes sociales.
¿Por qué? En medio del bullicio de un mercado local, el agresor aprovechó que su víctima estaba distraída para tocarla; le pellizcó una nalgada.
Por supuesto, la fémina se protegió, por lo que con sólo lanzarle un manaso, lo hizo volar hasta un puesto, donde permaneció desorientado por algunos minutos.
La controversia radica entre los que justifican la reacción de la mujer, pues fue en defensa propia, y los que argumentan que se pasó de la raya.