La polémica “Galiplaya” del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (IMACP) llegó a su fin dos días antes de lo programado por la dependencia que encabeza Anel Nochebuena Escobar, luego de que este lunes fue retirado el arenero y el tobogán de agua que fue colocado en la plancha del Zócalo capitalino con la finalidad de fomentar la lectura entre sus visitantes.

Durante su inauguración, la dependencia informó que este espacio estaría disponible hasta el 25 de agosto, sin embargo, fue retirado este lunes 23 de agosto en un periodo de cinco horas, es decir, dos días antes de lo programado originalmente.

En ese tiempo se quitaron 150 toneladas de arena, en donde se colocó una biblioteca al aire libre y una cancha de usos múltiples para jugar fútbol y voleibol de playa, además de un tobogán inflable de agua que recibió un promedio de 450 niños al día, todo por un monto de un millón 166 mil pesos.

De acuerdo con el reporte del IMACP, durante los 24 días que la atracción estuvo abierta al público se recibieron 40 mil 136 visitantes, de los cuales 24 mil 342 se registraron en alguna de las 95 actividades culturales que ofreció esta dependencia del Ayuntamiento de Puebla.

Esto significa que uno de cada dos visitantes que llegaron a la playa artificial lo hicieron para participar en alguna de las actividades culturales, sin embargo, no especifica cuántas de las más de 24 mil personas tomaron un libro de la biblioteca que colocó el IMACP para fomentar la lectura.

La última información al respecto es la que ofreció Anel Nochebuena, durante una comparecencia ante los regidores que integran la Comisión de Turismo, Arte y Cultura, donde dijo que 2 mil de los 20 mil visitantes que se registraron en los primeros 10 días de operación solicitaron un libro, lo que representó apenas un 10 por ciento.

Esto, pese a que el objetivo principal de la dependencia fue fomentar la lectura entre los visitantes, pues desde el inicio, la directora del IMACP negó que se tratara de una acción populista como la que implementó Marcelo Ebrard, cuando era Jefe de Gobierno del Distrito Federal.

La “Galiplaya” fue duramente criticada por los poblanos en las redes sociales, además de los regidores de todas las fraccionesque consideraron que había otras formas de fomentar la lectura a menor costo, al grado de que el alcalde Antonio Gali Fayad se deslindó del proyectoy mandó un representante durante su inauguración.

Sin embargo, Anel Nochebuena defendió la estrategia hasta el final, con el argumento de que se buscó replicar modelos de otras ciudades de Europa y Estados Unidos, en donde se colocaron playas urbanas para ofrecer actividades recreativas y culturales en esta temporada del año.