Fue el 19 de septiembre, Sebastián, uno de los compañeros de casa de Marisa, la encontró en un charco de sangre, así que de inmediato la llevaron a un hospital de Interlomas (DF), donde fue atendida por un severo trauma facial, esguince cervical y 200 fracturas en el rostro, y era probable que perdiera la visión del ojo derecho, por lo que estuvo cinco días internada.
La información fue dada conocer a través del portal de Tv Notas, en la cual se muestra una fotografía en las condiciones que quedó Marisa.