Luego de una última década de polémicas, parece que Mattel ha acertado con su concepción de la Barbie. Le ha tomado 59 años darse cuenta que la única forma de vender esa legendaria muñeca es a través de la imaginación de las niñas, y enseñándoles que no existen límites para lo que pueden hacer con sus vidas profesionales.
No es un secreto para nadie que las niñas no estaban comprando las Barbies tanto como en el pasado. Mattel había bajado considerablemente sus ventas desde 2011. En 2014, estas cayeron en 14%. De hecho, la línea de juguetes de Mattel (que incluía la muñeca de Elsa) había opacado a las Barbies.
Como consecuencia de esta crisis, el CEO de la empresa durante los últimos tres años, Bryan Stockton, renunció a principios de año. En su lugar nombraron a Richard Dickson, el experto en marcas responsable del regreso de la mini Barbie en la década de los 90. Y él sí que acertó.
Adiós estándares corporales irreales. Olvidemos la controversial Barbie Niñera, que traía consigo un libro sobre cómo perder peso. También a la Barbie Adolescente que decía: “Las clases de matemáticas son difíciles”. La verdadera Barbie está de vuelta reclamando su legado.
Ahora, tal y como queda muy claro en su nuevo comercial, Barbie invita a las niñas a ser todo lo que ellas deseen y más. “Cuando una niña juega con su Barbie, imagina en quién puede convertirse. Puedes ser la persona que quieras”, se lee en el adorable comercial.
Bravo. Era hora.