Con un grupo de acarreados en la primera fila, delatados por los impermeables que les regaló el Gobierno del Estado, se llevó a cabo el tradicional Grito de Independencia en el Zócalo de la ciudad de Puebla, en donde el gobernador Rafael Moreno Valle encabezó la conmemoración del CCV Aniversario de la Independencia de México con un acto protocolario exprés que no duró más de 10 minutos, para después continuar el festejo en la zona de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe.

En esta ocasión, la lluvia jugó a favor del Gobierno del Estado, pues aunque un día antes azotó una tromba que inundó la Angelópolis, la lluvia fue ligera durante el momento más importante del festejo, lo que permitió que cerca de 6 mil personas, entre acarreados y visitantes, pudieran estar presentes al momento del Grito.

La convocatoria real se la llevó la cantante de música mexicana, Paquita la del Barrio, pues el hueco que dejaron los acarreados del gobierno morenovallista fue rápidamente ocupado por los ciudadanos que llegaron, justo a tiempo, para disfrutar el concierto de la cantante, el cual inicio a las 23:30 horas en punto, como estaba programado.

El evento exprés

Al igual que hace un año, el gobernador y su esposa Martha Erika Alonso, llegaron junto con el alcalde Antonio Gali Fayad y su esposa Dinorah López de Gali, para llevar a cabo una celebración exprés que no duró más de 10 minutos.

Ambas parejas arribaron al Palacio Municipal alrededor de las 22:50 horas para recibir la bandera nacional de manos de la escolta del Ejército Mexicano en el Salón de Protocolos. Inmediatamente, el gobernador salió al balcón principal para realizar el tradicional Grito con el respaldo de los acarreados de la primera fila.

Una vez terminado esto, su esposa Martha Erika Alonso, el alcalde Antonio Gali y Dinorah López, acompañaron al mandatario estatal en el balcón principal para apreciar los fuegos artificiales que iluminaron el cielo del Zócalo capitalino, mientras se escuchaba una versión regional del Huapango de Moncayo, pieza tradicional en los eventos que realiza el gobernador durante sus giras por el interior del estado.

Mientras los gobernantes apreciaban los fuegos artificiales en primera fila, sus funcionarios que tenían un lugar en el patio del Palacio Municipal, salieron del recinto junto con sus asistentes y personal de seguridad para ver el cielo desde la planta baja.

En punto de las 23:00 horas, el gobernador y el alcalde, con sus respectivas esposas, abandonaron el recinto para partir hacia los Fuertes, donde estaba programada la segunda parte del festejo.

El dispositivo de seguridad

El gobierno municipal colocó 18 arcos de seguridad en los nueve puntos de acceso al Zócalo capitalino —al igual que en 2014— para evitar el ingreso de objetos que pusieran en riesgo la integridad de los asistentes.

Sin embargo, el flujo para ingresar a la zona del evento fue mucho más rápido, debido a que durante las primeras horas el acceso fue a cuentagotas, ya que la mayoría de los poblanos llegaron después del Grito para ver a Paquita la del Barrio.

Durante los retenes se pudo apreciar decenas de sombrillas y algunos cinturones decomisados, aunque también se restringió la entrada de objetos que no fueron anunciados por la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) como cigarros y encendedores, lo que desató inconformidad entre algunos asistentes, sin que el reclamo llegara a mayores.

A unos minutos de iniciar el acto oficial, el director de la Policía Municipal, Paulo César Quiroz, registró saldo blanco y negó reportes de armas blancas o de fuego en los accesos al Zócalo de la ciudad.

Por segundo año, llegan acarreados para suavizar el Grito

Por segundo año consecutivo, el Gobierno del Estado acarreó cientos de personas que ocuparon las primeras filas del zócalo capitalino, quienes se encargaron de aplaudir y corear los gritos al ritmo del gobernador para evitar posibles consignas en su contra y emular una imagen de optimismo durante el festejo nacional.

Los acarreados fueron traídos en varios camiones que descendieron en la zona de Analco, donde se les repartió impermeables y un “lunch”, además de un pago de entre 200 y 500 pesos por asistir, según publicó Periódico Central.

Fue en 2014, en plena crisis por el caso Chalchihuapan, cuando el gobierno estatal recurrió al acarreo para garantizar que no hubiera consignas en contra del mandatario, estrategia que funcionó, ya que no hubo alborotos en la pasada celebración.

Paquita se lleva la verdadera convocatoria

El evidente hueco que dejaron los acarreados cuando acabó el acto protocolario, fue rápidamente ocupado por las personas que llegaron después del Grito oficial para ver el concierto de la cantante Paquita la del Barrio.

Fue a partir de las 23:30 horas, cuando el Zócalo presentó su mayor capacidad en toda la noche, la mayoría del lado del escenario musical que se colocó en dirección a la Catedral poblana.

Después de más de una hora de concierto, la gente fue evacuando el corazón de la ciudad, mientras otros pocos se quedaron a tomar fotos en algunos de los adornos patrios que instaló el gobierno municipal.

El evento VIP

La celebración VIP que se llevó a cabo al interior del Palacio Municipal también fue exprés a comparación del año anterior, luego de que funcionarios y secretarios de estado abandonaron el recinto, al mismo tiempo que se fue el gobernador a Los Fuertes de Loreto.

En el lugar se quedaron algunos funcionarios municipales y representantes del sector empresarial, que disfrutaron de la comida y bebida que ofreció el alcalde Antonio Gali, quien después de compartir un momento con ellos, se retiró para no regresar.