Las diferencias partidistas entre el gobierno morenovallista y el gabinete de Enrique Peña Nieto quedaron exhibidas durante la gira de trabajo que se llevó a cabo en la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla, pues aunque el objetivo de los funcionarios era reflejar un trabajo coordinado a favor de los grupos vulnerables, las porras de cada grupo manifestaron lo contrario, al verse enfrascados en una lucha por demostrar cuál de los dos niveles de gobierno contaba con mayor apoyo en la región.

Esto, luego de la visita de los titulares de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) a nivel federal, Rosario Robles Berlanga y el Secretario de Desarrollo Social (Sedesol), José Antonio Meade Kuribreña, en representación del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quienes compartieron el presídium con el gabinete estatal encabezado por Rafael Moreno Valle y el alcalde capitalino, Antonio Gali Fayad.

Ambos grupos tuvieron la oportunidad de exponer algunas de sus mejores cartas para el 2016, pues mientras el morenovallismo colocó en el presídium al alcalde Antonio Gali, el gobierno federal hizo lo mismo con la senadora Blanca Alcalá Ruiz y el subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri Quirós.

La repartición de asientos para la fotografía fue equilibrada, aunque mantuvieron su distancia, pues a lado derecho fueron sentados los funcionario morenovallistas, mientras que al izquierdo estuvieron los funcionarios del Gobierno Federal.

La guerra entre porras

La pugna entre las porras inició al finalizar el discurso de Antonio Gali, cuando el grupo de acarreados lanzó el primer elogio para el alcalde capitalino, lo que provocó que los acarreados del gobierno federal respondieran inmediatamente con una ovación para Enrique Peña Nieto.

A partir de ese momento, la intervención de cada funcionario fue secundada por la porra del grupo al que pertenece, situación que se mantuvo hasta que finalizó el evento.

Mientras tanto, en el discurso, todos los que hicieron el uso de la palabra se encargaron de resaltar el trabajo coordinado entre los dos niveles de gobierno, con el objetivo de acercar los apoyos a las personas de escasos recursos haciendo a un lado las diferencias partidistas.

Fue el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, quien reforzó este mensaje cuando señaló que “a la gente no le importa si el servicio se lo dio Fonhapo, Conadis, CDI, si el techo lo aportó el estado o la Federación, lo que la gente quiere es que su problema se resuelva y eso quiere decir que ustedes tienen la obligación de trabajar juntos”.

La entrega de apoyos

La entrega de apoyos inició con un recorrido de supervisión encabezado por Rosario Robles, José Antonio Meade y Rafael Moreno Valle, quienes acudieron al hogar de las personas que fueron beneficiadas con recámaras adicionales y techos de fibrocemento, para confirmar la entrega de estos apoyos que forman parte de la Cruzada Nacional contra el Hambre.

En total, fueron beneficiadas 11 mil 80 viviendas con techos de fibrocemento, que representó una inversión total de 6.17 millones de pesos, de los cuales 2.6 millones fueron aportación del estado, una cifra igual por parte del municipio y un millón de pesos por parte del Gobierno Federal.

De igual forma, se entregaron recámaras adicionales por un monto de 19.6 millones de pesos, de los cuales 5.8 fueron con recursos federales, mientras que el resto fue aportado por el estado y el Ayuntamiento en montos similares, 6.5 millones de pesos cada uno.

Además, se entregaron unidades móviles alimentarias por un monto total de 125.3 millones de pesos, donde la Federación facilitó 42.6 millones, el estado 81 millones y el municipio 1.7 millones de pesos.