Viernes, 26 de Abril del 2024
Lunes, 06 Abril 2020 01:11

Un gobierno sitiado

Un gobierno sitiado Escrito Por :   Mario Riestra Piña

El Gobierno federal está rodeado. Simultáneamente hace frente a los embates de distintos adversarios. Los ataques se dan por todos los flancos por lo que le es imposible concentrar los esfuerzos y recursos, ya que ello implicaría descuidar cualquiera de sus otras fronteras.


Las líneas defensivas no están bien preparadas y han sufrido desgaste. No es algo nuevo. No se tiene suficientes provisiones, recursos económicos ni elementos humanos para responder eficazmente. Los servidores públicos, médicos, enfermeros, policías y ejército, principalmente, se multiplican en su sacrificio. Saben que son insuficientes en número y deben arriesgar la vida sin el equipo necesario para garantizar su protección. Hacen milagros con lo que tienen.

 

La Cuarta Transformación “tiene demasiados fierros calientes en el horno”. Los balazos no cesan. La inseguridad no da respiro. La tragedia en Minatitlán, la masacre de la familia LeBarón, el ridículo del “Culiacanazo” y el crecimiento de los feminicidios no han recibido una respuesta sensible y suficiente. Ya feneció el plazo que AMLO comprometió para dar resultados y su Guardia Nacional fue aprobada. Aún así, marzo ha sido el mes con más muertes violentas en la historia.

 

Todo el año 2019 el país debatió si estábamos o no en recesión. Hoy día eso es lo de menos. La crisis económica es innegable. Millones de empleos están en riesgo y se espera la mayor caída en el PIB desde la “gran depresión”. México es el único país que no tiene un plan serio de “Reactivación Económica” y el peso es la moneda que más se ha devaluado en lo que va del año. Mientras tanto, la cancelación de la cervecera en Mexicali incrementa la desconfianza de la iniciativa privada hacia el gobierno.

 

El deterioro de las finanzas públicas se ha agudizado. El multimillonario gasto en programas sociales, sin reglas de operación ni pruebas piloto o evaluación de desempeño que los justifique, han consumido importantes recursos públicos. Los proyectos emblemáticos de infraestructura son barriles sin fondo que devoran también miles de millones de pesos. La recaudación no ha sido la esperada y los ingresos petroleros también se han caído. El año pasado se alcanzó a salir tablas gracias a que se consumió la mitad del Fondo de Estabilización heredado. Hoy no hay margen de maniobra.

 

Por si algo faltara, México es ahora bombardeado por un enemigo desde el aire. La pandemia del #Coronavirus ha llegado en el momento más inoportuno. El sistema de salud es débil. El desmantelamiento del Seguro Popular ha dejado a muchos sin protección. La relación con las farmacéuticas es mala y hay riesgo de no tener equipos y medicamentos suficientes. Italia nos regaló semanas valiosas para prepararnos como país pero fueron desaprovechadas.

 

El Gobierno federal está sitiado. Todos esperan una reacción sensata, madura y proporcional al tamaño de los desafíos. Pero el presidente parece estar pensando en objetivos excluyentes. Quiere minimizar el impacto del coronavirus sin paralizar la actividad económica. Busca otorgar algunos estímulos a los microempresarios, pero no quiere endeudarse. El ejército, además de enfrentar el crimen organizado y construir el nuevo aeropuerto, ahora debe hacer frente a la pandemia. Los recursos son escasos y los objetivos contradictorios.

 

Por si fuera poco, AMLO tiene otra preocupación adicional. Como todo general, está inquieto por lo que piense y opine la tropa de él. Las encuestas muestran que su popularidad viene en franca caída. Por primera ocasión en el sexenio, son más lo que desaprueban su gestión que aquellos que la avalan. Sería muy riesgoso que su popularidad influya en las próximas decisiones. Se requiere un estadista que piense en la siguiente generación y no un político que ponga su mirada en la próxima elección.

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