Viernes, 26 de Abril del 2024
Miércoles, 11 Noviembre 2020 03:34

Aliados y enemigos

Aliados y enemigos Escrito Por :   Arturo Rueda

Si los intereses conservadores que representa Claudio X. González en Sí por México quieren dar un primer golpe en la mesa, se trata de que el bloque principal PRI-PAN-PRD vaya unido en una gran coalición electoral. Separados, es la lógica empresarial, van a ser aplastados por Morena


 

Los enemigos de la Cuarta Transformación están envalentonados con la derrota de Donald Trump en Estados Unidos. Por puro método comparativo, así se ven derrotando a Andrés Manuel López Obrador en las elecciones de 2021. O en la revocación de mandato de 2022.

 

Si Trump cayó pese a sus 70 millones de votos, más de los que obtuvo hace cuatro años cuando ganó, AMLO perfectamente puede caer a condición de que todos sus enemigos se unen en un solo frente.

 

El eje articulador de ese frente no es un político, ni es un partido. El eje articulador es Claudio X. González, el hijo del empresario que en los tiempos del PRIAN hizo un gran negocio con la causa de la educación. No se distinguía entre lo que vendía y donaba.

 

Después echó a andar Mexicanos vs la Corrupción, que transformó en un Think Tank intelectual-periodístico, ariete en contra del Gobierno federal que en los últimos días puso en jaque al secretario particular, Alejandro Esquer, y al vocero Jesús Ramírez con sus investigaciones por el uso de facturas falsas.

 

Claudio X. González y alguno de los intereses más inconfesables del país crearon la iniciativa Si por México, a la que se han plegado los pulverizados PRI-PAN-PRD que se adhirieron de inmediato. El bloque está creado y preparado para ir a la guerra para doblar a AMLO.

 

Sienten que la realidad se pone de su lado entre la crisis de la pandemia, la crisis de la inseguridad, los muertos por el coronavirus, el desplome de la inseguridad, y claro, los errores burdos de la 4T como las inundaciones en Tabasco.

 

Este bloque sabe que la principal dificultad de los dos próximos años será la astringencia económica provocada por la caída del PIB, que se traduce en desplome de la recaudación, así como el agujero negro que es Pemex. No habrá dinero para satisfacer a las clientelas del lopezobradorismo.

 

Un dato adicional que los impulsa es la victoria de Joe Biden, pues ellos creen que el error garrafal de no felicitarlo en su triunfo para no enojar a Trump, jugará totalmente en su contra. Que Biden estará de acuerdo en echarlo del poder.

 

Pues sí. Nada les produce más placer que imaginarse a López Obrador siendo lanzado del poder en 2022 por la reforma de revocación de mandato impulsada por el propio tabasqueño.

 

Pero el primer paso son las elecciones legislativas del 2021, y en un escenario de diez partidos nacionales, Morena y sus aliados tienen todo para ganar otra vez la mayoría en San Lázaro, así como la mayor parte de las 15 gubernaturas en disputa.

 

Si los intereses conservadores que representa Claudio X. González en Sí por México quieren dar un primer golpe en la mesa, se trata de que el bloque principal PRI-PAN-PRD vaya unido en una gran coalición electoral. Separados, es la lógica empresarial, van a ser aplastados por Morena.

 

Yo veo difícil esa gran coalición. Primero, porque le darían la razón histórico a AMLO de que esos tres partidos terminaron convertidos en lo mismo. Que defendían lo mismo, el sistema neoliberal. Segundo, porque la distribución de los 300 distritos sería en bloques, lo que les restaría competitividad.

 

Pero ya dieron el primer paso para unirse. Ahora tienen plataforma y un rostro “legítimo” que no viene de los partidos. A ese bloque, además, se sumarán gustosos los medios de comunicación que batallan contra la 4T.

 

Mientras sus aliados se unen, ¿qué hace la 4T para reorganizarse?

 

De momento, las encuestas señalan que AMLO todavía tiene respaldo suficiente del 52 % para ganar la revocación de mandato. Pero los aliados empiezan a escasear, y si falta dinero para pagar los apoyos sociales, sus bases radicales se van a ir.

 

En esta batalla cada aliado ocupará posiciones, y la misma valoración deberá hacer el gobernador Barbosa en la disputa del Congreso Local, así como en los principales ayuntamientos que buscará ganar con los candidatos que pueda colocar con la venia de Mario Delgado.

 

Si la intención es ganar, hay que empezar a contar aliados y enemigos, un razonamiento básico de la política. Conservar los aliados y no generar más enemigos.

 

Claro, si la intención es ganar. Si no, pues no.

 

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