En marzo de 2019, Mario Marín Torres se sentía exonerado, decía que el caso Lydia Cacho era una “cosa del pasado”; un mes después giraron la orden de aprehensión en su contra por el delito de tortura contra la periodista.
En 2019 el ex gobernador —hoy preso en Cancún, Quitana Roo— reapareció en Puebla para respaldar la campaña a la gubernatura del priista, Alberto Jiménez Merino.
En esa ocasión el ‘Gober Precioso’ acudió a un evento en la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla, Puebla, donde los priistas se desbordaron hacia el ex mandatario entre aplausos y abrazos, de acuerdo a fotografías de diario CAMBIO.
“Es un asunto juzgado, en 2008 la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos exoneró después de dos años de investigación, de tal manera de que ese asunto debe olvidarse, ya es cosa pasada y no creo que afecte a la campaña”, sentenció el ex mandatario ante la pregunta de la prensa.
El miércoles 4 de febrero el ex gobernador fue aprehendido en Acapulco, Guerrero para ser trasladado a Cancún, Quintana Roo, este día durante su audiencia se “negó a hablar” ya que se reservó su derecho a declarar y pidió seguir su proceso en arraigo domiciliario, pero la petición fue negada por el juez.
Marín se encontraba escondido en la casa de su hermana lejos de la playa, en el operativo de la Fiscalía General de la República (FGR) participó un convoy para poderlo detener.
Staff / Diario CAMBIO
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