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Jueves, 26 Enero 2017 02:38

Tony Gali: el reto de una fiscalía en feminicidios

Tony Gali: el reto de una fiscalía en feminicidios Escrito Por :   Javier Arellano Ramírez

El fenómeno social es en extremo complejo. Va más allá de la ciencia jurídica y de la criminalística.


Un hombre normal, que lleva una vida perfectamente común y ordinaria, un día muestra una alteración profunda, radical y con recursos primitivos asesina a su pareja sentimental, novia, amante, amiga, compañera…

 

No se trata de un tema de Seguridad Pública. Es imposible vigilar la vida personal o pasional de todas las ciudadanas. Lo que ahí sucede ocurre entre cuatro paredes, donde no hay cámaras del C-5, ni micrófonos.

 

Esos hombres tampoco eran gatilleros, ni sicarios; no pertenecían al crimen organizado, ni tenían perfiles violentos; mucho menos psicópatas. Sin embargo un día, luego de una discusión pasional con sus parejas se convirtieron en homicidas.

 

En el pasado lo hemos subrayado; este tema va más allá de la criminalística. Es un reto, un desafío para psicólogos sociales y sociólogos.

 

¿Qué está pasando en las mentes de esos hombres que con total facilidad un día deciden matar a sus parejas? Esta pregunta aún no tiene respuesta. Y el escenario nos muestra que faltan años para que tengamos una conclusión.

 

Pero se debe insistir en que esta no es una responsabilidad del estado. Un gobierno no puede supervisar, ni vigilar la estabilidad emocional y psicológica de las relaciones pasionales de sus gobernados. Mucho menos puede expedir algún tipo de certificado de “Noviazgo o Amasiato Seguro”. No, de ninguna manera.

 

Estamos ante una crisis de descomposición social. Y esto va más allá de la gobernanza de cualquier administración pública.

 

La que sí es una responsabilidad del estado es agotar todos los recursos jurídicos, ministeriales, periciales, criminalísticos, forenses, para resolver las decenas y decenas de feminicidios que aún permanecen bajo cúmulos de polvo en los archivos de la Fiscalía General del estado. Y ante esto simplemente no puede haber excusas.

 

En Puebla tenemos el ejemplo de un área investigadora que es modelo nacional. Hace años se llamaba “Dirección de Investigación y Persecución de Secuestros” y durante dos sexenios tuvo como titular al agudo y atingente Víctor Pérez Dorantes.

 

En este sexenio hizo su aparición el abogado Fernando Rosales Solís, un magnífico policía quien en buena parte ha contenido, ha frenado la entrada del crimen organizado a Puebla. La “Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto” es un dechado a nivel nacional.

 

La pregunta es obligada, inevitable ¿Por qué no crear, armar, dotar de amplios recursos humanos y técnicos a una nueva fiscalía especializada en feminicidios?

 

El mismo Rosales puede ser el guía, el conductor de una nueva oficina que atienda este tema que es profundamente doloroso para la sociedad poblana.

 

En este punto de la cronología política corresponderá a Tony Gali Fayad crear una gran agencia investigadora de feminicidios. Una oficina con los mejores agentes investigadores, con criminalistas de alto nivel, peritos y forenses de consumado rigor.

 

Esto es lo que espera la sociedad poblana. Y Gali tiene la sensibilidad social, el tacto, el perfil perceptivo para recoger esta honda demanda.

 

Estaremos atentos.

 

Como siempre, quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.

 

 

 

 

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