En su libro ‘Los Señores del Narco’ la espléndida periodista Anabel Hernández narra el episodio de la detención de la contadora de Heriberto Lazcano, alias “El Lazca”, el ex miembro del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes) convertido en el legendario líder de los Zetas. Los policías estatales de Guerrero que detuvieron a la encargada de los libros contables fueron extremadamente violentos con la fémina, misma que fue sometida a toda clase de vejaciones y torturas.

 

Aquellos policías estatales no pudieron leer el nuevo contexto nacional: el crecimiento exponencial y desmesurado del crimen organizado; su fortalecimiento sin parangón. Una semana después, en una acción concertada, una serie de comandos armados levantaron a aquellos policías estatales que habían vejado a la contadora del capo. A la mañana siguiente, las cabezas decapitadas de los uniformados aparecieron frente a una estación policiaca de Acapulco.

 

Esto es lo que denominamos la “capacidad de respuesta” del crimen organizado, algo que no sucedía en la década de los setenta u ochenta.

 

Este pasaje viene a cuentas por el reciente nombramiento de José Ventura Rodríguez Verdín como Secretario de Gobernación del Ayuntamiento de Puebla. El nombramiento del funcionario se inscribe en el contexto de la lucha que se ha declarado contra el ambulantaje en la Angelópolis.

 

En esta entrega trataremos de explicar por qué el referido nombramiento es un error de estrategia gubernamental. Aun cuando se ha tratado de presentar a Rodríguez Verdín como “el terror de los ambulantes” y el mismo se ufana al autonombrarse “Rambo”, lo cierto es que es un funcionario acostumbrado a cabalgar en un contexto de hace 30 años; en aquellas llanuras políticas del piñaolayismo.

 

La Puebla actual nada tiene que ver con aquel escenario. Hoy es clara, inocultable, inobjetable la presencia del crimen organizado en la ciudad. De acuerdo a fuentes extraoficiales, exjefes policiacos y exfuncionarios ministeriales se calcula que el narcomenudeo en Puebla capital es un negocio de 2 millones de pesos diarios; 14 millones a la semana; 60 millones de pesos al mes.

 

Y que el narcomenudeo claramente utiliza al ambulantaje como su aparato de distribución. Hoy este ambulantaje es un monstruo que ni remotamente puede compararse a aquel que ocupaba las calles en el sexenio de Piña Olaya.

 

En esta Cúpula siempre nos habremos de referir al alcalde Luis Banck Serrato como un funcionario escrupuloso, ecuánime, equilibrado y sobre todo profundamente honesto. Pero está cometiendo un grave error: se está rodeando de dinosaurios. No solo en Gobernación, sino en otras áreas vitales de la comuna.

 

Banck de ninguna manera debe permitirse el pecado de ser un joven que piense como viejo.

 

Lo que veremos en las próximas semanas y meses será a Rodríguez Verdín implementando estrategias (ya de sobra conocidas), para enfrentar a un ambulantaje que –como el crimen organizado-, tiene una capacidad de respuesta completamente inusual y atípica.

 

La mano dura del autollamado “Rambo” se va a encontrar con una respuesta igualmente dura de los ambulantes. Y el centro de la ciudad de Puebla correrá el riesgo de convertirse en un campo de batalla, como ya vimos en el pasado reciente, en algunas fechas concretas.

 

El alcalde Luis Banck no debe repetir la historia del sexenio pasado, donde no se tuvo un asesor de guerra. Ardelio Vargas Fosado se dedicó a llevar una estrategia de mucha forma y poco fondo (tal y como hace en migración). Luego llegó Facundo Rosas Rosas quien vino a desatar todos los demonios. Posteriormente Rodríguez Almeida pasó con más pena que gloria.

 

En unos días veremos que Rodríguez Verdín ni remotamente es parte de la solución, pero si será parte del problema.

 

Al tiempo.

 

 

Como siempre, quedo a sus órdenes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., sin mx.