Jiménez Merino es uno de los técnicos agropecuarios más destacados no sólo de Puebla sino del país, y desde hace tiempo ha influido en las políticas para la producción de alimentos, tanto cuando fue diputado federal en dos ocasiones representando al distrito de Izúcar de Matamoros y promoviendo la mayor atención al campo, para romper con la dependencia alimentaria principalmente de los Estados Unidos que padecemos, como para resolver el problema de la alimentación básica de las familias campesinas, aprovechando los patios de las casas rurales, para cultivar huertos familiares y establecer pequeñas granjas para la producción de alimentos pecuarios.

 

Su labor como legislador giró siempre en torno a la mayor atención al medio rural, al incremento de la producción de alimentos y como funcionario público, tanto como secretario de Desarrollo Rural del Estado, en los gobiernos de Melquiades Morales y  de Mario Marín, que como delegado de la Sagarpa en Puebla, su preocupación siempre fue apoyar a los micro y pequeños productores a fin de que tuvieran garantizada la alimentación de sus familias por todo el año.

 

Es autor de varios libros tanto para la producción de alimentos en pequeña escala, ya que los campesinos de Puebla son poseedores en su mayoría de pequeñas parcelas, como para captar y purificar el agua de lluvia a fin de evitar el sufrimiento de las familias del medio rural en épocas de sequía.

 

Pues bien, recordará usted que Jiménez Merino figuró destacadamente entre los aspirantes priistas a la candidatura del PRI a la gubernatura del estado que se eligió en junio del pasado año 2016.

 

La designación recayó en la senadora Blanca Alcalá y se le designó a él como coordinador de la campaña. Para que pudiera actuar en dicho cargo, el secretario de Agricultura le dijo que en vez de pedir permiso para separarse temporalmente del cargo de Delegado de la Sagarpa en Puebla, renunciara, con la promesa de que podría regresar si la contienda no fuera favorable al PRI.

 

La elección se perdió y la promesa del secretario no se cumplió.

 

El ingeniero Jiménez Merino, originario de Tecomatlán, con su familia radicada en Tehuitzingo, esperó varios meses y nunca fue llamado por la Sagarpa y tampoco fue recibido por el alto funcionario.

 

Muchos de sus amigos suponen que se le pretendió eliminar como posible candidato a la senaduría y por eso se le aplicó el ‘bulliyng’.

 

Durante los meses que estuvo congelado por su partido y por los funcionarios de la Secretaría en la que prestaba sus servicios (Sagarpa), fue llamado por altos dirigentes del Partido Morena para integrarlo como coordinador al equipo que está dedicado a estudiar los problemas del campo y a proponer alternativas de solución.

 

Lo pensó mucho y finalmente aceptó, ya que no vio ningún interés entre los dirigentes priistas de aprovechar sus conocimientos en materia agropecuaria, ni del trabajo político que durante varios años ha venido realizando en el estado, principalmente en la región sur, de donde es originario y en donde desarrolló con éxito el programa de ‘bordos, pastos y ganado’ durante el gobierno de don Manuel Bartlett Díaz.

 

Así las cosas, el ingeniero Jiménez Merino pasa, junto con Alejandro Armenta, José Alarcón Hernández, Víctor Hugo Islas, Fernando Morales y otros más, a formar parte de la lista de quienes voluntaria, obligados por las circunstancias o expulsados, han salido del Revolucionario Institucional.

 

El PRI está perdiendo elementos valiosos de unos años a la fecha, porque internamente es un partido dividido, se han creado en su interior grupos que no son como los del PRD, que discuten y aunque no lleguen a un acuerdo, se toleran. En el PRI no hay tolerancia y lo que prevalece es la intención de eliminar al adversario. Lo está logrando y eso le va a pesar mucho en el futuro cercano o mejor dicho, ya le está pesando.

 

La salida del ingeniero Jiménez Merino dio lugar a la petición del delegado de Sedesol, Juan Manuel Vega Rayet, de que se cambie a la dirigencia estatal priista por no poder mantener el control de su partido, lo que está provocando una desbandada de buenos elementos.

 

Durante la jornada electoral del domingo, en un programa de televisión, la secretaria general del PRI, Claudia Ruiz Massieu habló de la Asamblea Nacional de su partido programada para efectuarse en agosto, donde se discutirán muchos de los problemas que confronta el tricolor a fin de establecer reglas claras que contribuyan a su solución y a mejorar la relación del partido con la ciudadanía, así como a exigir a los militantes una mayor congruencia entre lo que proclaman como políticos y lo que hacen en su vida pública y privada. 

 

Muchos priistas poblanos, discuten entre amigos y en mesas de café, las propuestas que deberían ser presentadas por los delegados que sean designados para representar a la entidad.

 

El subsecretario de la Desarrollo Social y aspirante a la candidatura del PRI a la gubernatura para el 2018, Juan Carlos Lastiri Quiroz, había convocado a una reunión de liderazgos priistas para elaborar un documento con las propuestas de los poblanos para la Asamblea Nacional a efectuarse en agosto, pero dicha reunión fue pospuesta.