Viernes, 26 de Abril del 2024
Martes, 23 Mayo 2017 02:10

Si pierden el Edomex, ¿quién va a nombrar al candidato presidencial del PRI?

Si pierden el Edomex, ¿quién va a nombrar al candidato presidencial del PRI? Escrito Por :   Arturo Rueda

Pero entre todas las cosas que se juegan en el Edomex, la principal es preservar la prerrogativa del Presidente de nombrar al candidato presidencial. Porque si de por sí la caballada es flaca, y salvo Osorio Chong quien se destaca un poco de los demás, Peña Nieto enfrenta el riesgo de una rebelión que alimente las filas de Morena y López Obrador


En el Estado de México el PRI se juega, además de su imagen de partido competitivo para el 2018 y mantener una base electoral mínima, la posibilidad de que Enrique Peña Nieto pueda designar al candidato presidencial del tricolor, y en un sentido amplio, la potencia necesaria para organizar el juego político que incluye la designación de candidatos a gobernadores, así como los primeros lugares de las listas plurinominales a San Lázaro y al Senado.

 

Al poder de imponer condiciones, en términos de estrategia militar, se le conoce como margen de maniobra, y tras las derrotas estrepitosas del 2016, en las que Manlio Fabio Beltrones sólo fue un coadyuvante de las designaciones, a Peña Nieto se le acabó tal margen de maniobra al imponer a su primo Alfredo del Mazo Maza como abanderado del Edomex, pese a los riesgos evidentes derivados del parentesco.

 

Una cosa es que el priismo mexiquense haya cerrado filas en torno a la imposición de Alfredo del Mazo, y otra que el resto del priismo nacional no observe los toros desde la barrera para tomar por asalto el CEN nacional en caso de que el derrumbe en Edomex sea ostensible.

 

Porque hasta ahora el priismo mexiquense ha jugado al ‘toma todo’ respaldado por Peña Nieto y Videgaray, y el mejor ejemplo es César Camacho, que pasó de dirigente nacional a diputado plurinominal, a coordinador de la fracción priista en San Lázaro y a repartidor de comisiones sin darle posibilidades de juego a otros grupos políticos.

 

En la tradición del PRI, es prerrogativa del Presidente la designación de candidatos a gobernadores y sucesor en su papel de Jefe Político. Y hasta 2015, nadie había puesto en duda esas prerrogativas, pero los errores en la postulación de los abanderados en 2016 abrieron la puerta a la rebeldía.

 

La encrucijada máxima llego en su estado natal, ya que el gobernador Eruviel Ávila llevaba mano en la designación y quería a Ana Lilia Herrera como sucesora, debido a que en su opinión una mujer podía presentar mejor frente a Delfina Gómez de Morena y a Josefina Vázquez Mota en el PAN. En el Edomex todo estaba cocinado para un enfrentamiento de mujeres.

 

Pero el perdedor de la sucesión anterior, sacrificado en 2011 por su parentesco con Peña, ahora sí ejerció el linaje: el grupo Atlacomulco exigió la candidatura pese a los riesgos evidentes de postular al primo de un ‘desgastadísimo’ Presidente, con una caída pronunciada en popularidad y que hace tiempo perdió el consenso básico a la hora de gobernar.

 

La dinastía se impuso, Alfredo del Mazo Maza fue postulado y las advertencias de Eruviel Ávila desoídas. Ahora, a 11 días de los comicios, el candidato a la gubernatura dedica su comunicación política a responder la crítica más elemental, su parentesco con Peña Nieto, pero con tan tibia defensa que hasta Josefina Vázquez Mota lo subió en espectaculares junto a Javier Duarte.

 

Tantas cosas se juegan en el Edomex que, como publicó Reforma ayer, el Gobierno federal está volcado en dicha entidad en una estrategia diseñada desde Los Pinos. Nada se va a regatear y el dinero baja en cantidades industriales, pero ni así Alfredo del Mazo es capaz de despegarse de Delfina.

 

Pero entre todas las cosas que se juegan ahí, la principal es preservar la prerrogativa del Presidente de nombrar al candidato presidencial. Porque si de por sí la caballada es flaca, y salvo Osorio Chong quien se destaca un poco de los demás, Peña Nieto enfrenta el riesgo de una rebelión que alimente las filas de Morena y López Obrador.

 

Al final y al cabo, el presidente Peña reparte el pastel del poder. Pero si Alfredo del Mazo pierde, también perderá él y quedará probado que es un pésimo repartidor, con lo que algunos grupos jugarán a expropiarle sus prerrogativas. Buscarán, primero, lanzar a Ochoa Reza de la dirigencia para apropiarse del CEN, y luego dinamitar la Asamblea Nacional del PRI prevista para agosto.

 

Sin el control de la prerrogativa, sin margen de maniobra, cualquier cosa puede pasar en el PRI que suele procesar de forma convulsa estos dilemas, y si no lo creen, que le pregunten a Salinas de Gortari hasta dónde llegó la resistencia de los grupos tradicionales.

 

 

Alfredo del Mazo Maza es lo último que le quedaba a Peña Nieto como margen de maniobra. Su victoria le dará respiro, pero la derrota un prolegómeno de fuerzas desatadas que buscarán acabar con el poder del grupo mexiquense a sangre y fuego para crear nuevas condiciones al interior del PRI en la designación de candidatos.

 

 

 

comments powered by Disqus